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ANÁLISIS DE SOCIEDAD

Independencia

Fotografía
Por Almudena HernándezTiempo de lectura3 min
Sociedad24-09-2014

Mientras los escoceses dicen no a un Reino Unido desunido y el presidente de Cataluña escribe su carta a los Reyes Magos el último viernes del verano pidiendo uno de esos cuentos infantiles en los que el niño se independiza de la mamá, al ministro de Justicia del Gobierno español le entra una amnesia galopante por la que se olvida de cuándo termina el verano. Pues bien, parece ser que este año el otoño comienza el 23 de septiembre y que o Alberto Ruiz Gallardón lo enmienda o la Ley del Aborto que estaba preparando no verá la luz. Y eso que prometió que el Consejo de Ministros la aprobaría antes de que viese su fin la estación estival. Por eso, mientras los escoceses dicen no a un Reino Unido desunido y Mas y cía piden votar porque Cataluña no es menos que Escocia (España no es lo mismo que el Reino Unido) los españoles que defienden el aborto sacan pecho y hacen ruido frente a los partidarios de la vida. Insisten en que abortar es un derecho y siguen sin querer ver que la maternidad es sobre todo es un don. Quizás ahora, con el cambio de estación, que siempre son revueltos para los débiles, el ministro anti Ley Aído barrunte que algo va a pasar si saca adelante esa normativa que defendía un poco más la vida del no nacido. Dice Gallardón que lo primero es lo primero, por lo que se deduce que antes que la vida existió Cataluña, y que ninguno sabemos dónde estaremos mañana o dentro de un año. Pero, si este parón es por motivos electorales más que por principios, el ministro de Justicia tendrá que tomar nota del toque de atención que se le ha hecho en las calles en las distintas marchas por la vida, que han apelado a no votar al PP por no defender al no nacido. También la Conferencia Episcopal, a través de un comunicado, ha tirado de las orejas al Gobierno, recordando las palabras del papa Francisco, a quienes muchos aplauden sus gestos nuevos y ahora desoyen. "No es progresista pretender resolver los problemas eliminando una vida humana", afirma el Papa, que pide más apoyos para que las mujeres no tengan como opción acabar con la vida de su hijo. Tirando de ironía, puede ser que Gallardón en esa incertidumbre temporal en la que se encuentra se va a ir apoyar a las huestes de Mas, quien en castellano habla más claro que el Gobierno cuando le preguntan por este donde dije digo, digo Diego que pronuncia la gente de Rajoy. Mientras el presidente de los españoles emite un comunicado tras la barrera del plasma aplaudiendo la victoria del no en Escocia, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría explica de aquella forma que parón de la Ley del Aborto se debe a una búsqueda de consenso. Como si se tratase de una de esas rabietas infantiles que acaban con un "me enfado, no te ajunto y ya no eres mi madre". A los niños no sólo hay que plantearles el debate, también hay que indicarles normas con las que enderezar su conducta y pretender ser amigos de ellos cuando se debe ser, ante todo, padres, es un error que se conocen al dedillo los críos revoltosos que de vez en cuando piden la independencia.