TOROS

Liria corta la primera oreja de los sanfermines

Por Almudena Hernández Pérez1 min

Espectáculos07-07-2002

Pepín Liria cortó un apéndice al quinto toro de Marqués de Domecq, ganadería que se lidió el pasado domingo en la plaza de toros de Pamplona (Navarra) y que inauguraba la Feria de San Fermín de 2002. Con ese trofeo, el torero murciano abre el marcador de los sanfermines de este 2002 en lo que respecta a los matadores. A caballo, Hermoso de Mendoza obtuvo un sonoro triunfo y despidió a Cagancho de Pamplona el sábado.

El serial, que se extiende hasta el 14 de julio, fecha en la que los protagonistas serán los toros de la legendaria ganadería de Miura, se ha visto afectada por las bajas de algunos toreros, por lo que se ha desinflado mucha de la expectación existente en torno a algunos de los máximos exponentes de esta feria. Sí que hará el paseíllo Julián López El Juli, uno de los pocos espadas a los que les están respetando los toros este verano y de quien tiene un grato recuerdo el público de Pamplona por lo que protagonizó el pasado año. Si algún triunfador ha de salir en hombros esta feria con honores, ha de serlo en primer lugar Cagancho. Aunque hay que tener buenos brazos y buenos hombros para levantar al equino en volandas, el caballo de Hermoso de Mendoza es más que torero, figura. El sábado, en su despedida de la plaza pamplonica -como viene haciendo su dueño por todas las plazas importantes-, Cagancho participó una vez más en un triunfo de su amo. Tanto es así que el rejoneador navarro cortó cuatro orejas y un rabo en un encierro de Murube. Pese a los méritos que hicieron Fermín Bohórquez, que cortó una oreja, y Luis Domecq, que obtuvo otra, la efeméride del adiós del caballo perfumó con fuerza el ambiente en los tendidos.