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ANÁLISIS DE INTERNACIONAL

Ucrania, más vale tener mano izquierda

Fotografía
Por Isaac Á. CalvoTiempo de lectura2 min
Internacional15-04-2014

La tensión se ha instalado en Ucrania. Después de unas semanas de calma, las demandas independentistas han llegado a otras regiones donde la población prorrusa tiene gran presencia. No es algo que sorprenda, porque una vez consumada la pérdida de Crimea era de esperar este tipo de situaciones, en el que grupos armados han tomado por la fuerza edificios institucionales. El presidente interino de Ucrania, Alexándr Turchínov, dice que no va a tolerar que se repita una situación como la de Crimea. Ciertamente, que regiones ucranianas vayan independizándose en cascada es un asunto que debe preocupar a los nuevos mandatarios. Sin embargo, este nuevo conflicto tiene algunas diferencias con el crimeo. Las zonas en cuestión, aun siendo importantes, no son tan estratégicas para Rusia como lo era la península crimea. Incluso así, esto no quiere decir que el Kremlin no esté dispuesto a pescar en esas aguas revueltas y obtener beneficios en aras de defender a sus ciudadanos expatriados. Eso sí, después del revuelo internacional provocado, el presidente ruso, Vladímir Putin, tensaría mucho la cuerda con Estados Unidos si repite su estrategia en Crimea. Por tanto, es normal que Moscú ahora no sea tan descarado y actúe en un segundo plano (aunque seguirá moviendo los hilos). Dadas las circunstancias, lo más conveniente es que el Gobierno ucraniano dialogue con los representantes de los grupo prorrusos en esas regiones. El reconocimiento de las particularidades de su población, de su estatus, de su idioma, de su etnia y la mejora de sus condiciones de vida son una forma de satisfacer sus pretensiones y de integrarlos más en Ucrania. El uso de la fuerza supone un derramamiento de sangre y el conflicto se enquista de tal manera que tiene consecuencias traumáticas, con pérdida de muchas vidas, enorme destrucción y, todo ello, sin tener garantías de éxito. Con los rusos apoyando a una parte y los occidentales dando cobertura a la otra, el enfrentamiento armado puede prolongarse durante mucho tiempo. Además, suele hacerlo en condiciones de igualdad entre las partes, por lo que es difícil que exista un claro vencedor, a menos que una de las potencias pierda el interés en la causa. Eso sí, la destrucción y la muerte se quedan en Ucrania.