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INTERNET

Aparece el primer traductor para un programa de mensajes instantáneos

Por Elena VillegasTiempo de lectura2 min
Comunicación15-06-2002

El Qopuchawi es un programa que traduce, en tiempo real, español, inglés, francés, portugués, italiano y rumano a través de Internet. Su creador, el matemático boliviano Guzmán de Rojas, ha invertido 20 años de su vida en el proyecto.

Iván Guzmán de Rojas, un boliviano de 68 años, matemático y ex funcionario, ha inventado un sistema de traducción simultánea para un programa de mensajes instantáneos. Su creación permite, por ejemplo, a un español chatear con un rumano sin que ninguno de los dos domine el idioma del otro. El proceso consiste en que el rumano envía un mensaje en su lengua materna al español y éste la recibe en castellano. En declaraciones a La Semana, De Rojas lo define como “un proyecto de ingeniería del lenguaje con una tecnología genuinamente multilingüe”. Ha denominado al sistema Atamiri y se fundamenta en la estructura lógica del aymara, lengua andina que se habla en Bolivia occidental y en gran parte de Perú. Atamiri significa comunicador y Qopuchawi, que es el nombre del programa, lugar donde se charla. Permite la comunicación entre seis idiomas diferentes (español, inglés, francés, italiano, portugués y rumano) y tiene capacidad para agregar otros seis al menú. A medio plazo, prevén lograr “la completa implementación de 36 idiomas; es decir, 1.260 direcciones de traducción”. A largo plazo, el objetivo son 65 idiomas; “es decir, 4160 direcciones de traducción”. La presentación internacional del Qopuchawi fue en París, el pasado 25 de marzo, en la Comisión de Políticas Lingüísticas de la Unión Latina, a la que acudieron representantes de la Reunión del Comité de Expertos para la Unesco sobre Multilingüismo. La frontera que rompe Guzmán de Rojas en Internet no ha pasado inadvertida y una empresa francesa le propuso la compra del programa; pretendían cambiar el nombre del sistema, Atamiri, por otro francés, motivo por el cual el matemático rechazó la oferta. Guzmán no pudo desarrollar antes el proyecto, en el que lleva trabajando 20 años, por falta de presupuesto; fue la Unión Latina la que lo financió con 60.000 dólares. Ahora, está buscando inversores, preferiblemente bolivianos, dispuestos a depositar dos millones de dólares en el Qopuchawi con el objetivo de que pueda competir en el mercado con otros traductores. La ventaja, sobre los demás, del Atamiri es, según su inventor, que se trata de “la única tecnología que, (...) a costos de implementación razonables, permitiría incluir a los idiomas menores en los procesos de traducción transversal, es decir, entre idiomas menores”.