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LEY DE PARTIDOS

La Conferencia Episcopal defiende a los obispos vascos y reprocha las críticas del Gobierno

Fotografía
Por Mª Jesús TorresTiempo de lectura2 min
España07-06-2002

Casi dos semanas después de que los obispos de San Sebastián, Vitoria y Bilbao publicaran su polémica pastoral, sigue provocando respuestas antagónicas en todos los sectores. Gobierno y oposición, colectivos católicos y distintas instituciones eclesiales, todos han hablado sin éxito porque la polémica se ha zanjado, aparentemente, sin que ninguno haya quedado satisfecho.

La pastoral de los obispos vascos, Preparar la Paz era una clara crítica a la Ley de Partidos Políticos que se aprobó el pasado martes en el Congreso. En ella dudaban de la conveniencia de la ley para resolver el problema del País Vasco, así como del efecto que provocaría la ilegalización de Batasuna. La contestación vino de fuera del País Vasco. Pese a que se guardó silencio en la mayoría de las diócesis, algunos obispos y arzobispos dieron su opinión sobre la misiva, en unos casos a favor y en otros en contra. La esperada respuesta del Vaticano llegó el pasado miércoles. El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué se reunió con el Nuncio de la Santa Sede con la esperanza de obtener una respuesta satisfactoria de la Iglesia sobre la pastoral de los prelados vascos. El encuentro concluyó sin la condena vaticana a la misiva, todo lo más destacando que tiene "claros aspectos de inoportunidad", pero que no es por ello rechazable porque incluye "la condena al terrorismo". La esperanza del Gobierno estaba entonces en el Comité Ejecutivo de la Conferencia Episcopal, que se reunió el pasado jueves. Sin embargo, el Episcopado eludió criticar la misiva. Todo lo contrario. Denunció "la forma de ejercer la crítica, a todas luces injusta y desproporcionada" a que dio lugar la publicación de la carta pastoral. El Gobierno intentó disimular su enfado con la Iglesia y dijo que a partir de este momento "cada cual asume sus responsabilidades ante la sociedad española y ante los ciudadanos". El jefe del Ejecutivo, José María Aznar, afirmó en Lisboa que el Gobierno "no tiene que modificar su posición" porque se siente respaldado por el "95 por ciento del Congreso". Pero unos días antes, Aznar confesó que la pastoral le parecía "una perversión moral e intelectual grave". El lehendakari, Juan José Ibarretxe, también se apoyó en la mayoría, pero esta vez la vasca, para defender el documento. La pastoral dice "lo que pensamos la mayoría de la sociedad vasca", afirmó. Las asociaciones se han puesto también en marcha para emitir una respuesta a la misiva. El Foro El Salvador, un colectivo de cristianos no nacionalistas del País Vasco, preparan un documento en el que denunciarán la sensación de "abandono" que sienten tras la pastoral firmada por los obispos vascos. En una línea más cercana a la de la Conferencia Episcopal se manifestaron siete entidades católicas catalanas y la Asociación de Teólogos Juan XXIII, que consideran exagerados los ataques que este documento ha recibido y denunciaron "la interpretación parcial y tendenciosa que el Gobierno está haciendo".