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Egipto

El Ejército egipcio toma las riendas del país y destituye a Mursi

Fotografía Celebración en el centro de El Cairo tras el derrocamiento de Mohamed Mursi (©foto: Tahrir News)

Celebración en el centro de El Cairo tras el derrocamiento de Mohamed Mursi (©foto: Tahrir News)

Por Adriana RobledoTiempo de lectura2 min
Internacional05-07-2013

Mohamed Mursi ganó hace un año las elecciones con un 51% de los votos en la segunda vuelta. Después de que el rumbo que estaba llevando su gobierno no convenciese a parte de la población, el líder del partido Hermanos Musulmanes se ha topado con la oposición del ejército que le advirtió de que esto podría pasar. El primer presidente civil elegido de forma democrática en las urnas será sustituido por el jefe de la Corte Suprema Constitucional, Adly Mansur, durante este periodo de transición.

Después de varias jornadas de intensas y multitudinarias protestas por parte de los egipcios el Ejército depuso al ahora expresidente de Egipto Mohamed Mursi. El comandante jefe del Ejército y Ministro de Defensa, Abdel Fatha al Sisi compareció en televisión acompañado por los líderes opositores y religiosos y la plana mayor de las fuerzas armadas para comunicar que el país tendría como presidente interno a Adly Mansur. Los militares acabaron así con la controvertida constitución de carácter islamista desarrollada por Mursi y aprobada el pasado año en las urnas. La participación en esta votación fue sólo del 35 por ciento del pueblo de Egipto. El ministro declaró que se suspendería la Constitución "provisionalmente”. “El presidente de la Corte Constitucional convocará elecciones presidenciales adelantadas. Se abrirá un periodo de interinidad hasta que se elija presidente. El presidente de la Corte tendrá poderes presidenciales. Se formará un Gobierno de tecnócratas”, dijo Sisi con respecto al nuevo presidente y el carácter del gobierno. La plaza Tahir se convirtió en el la imagen de la primavera árabe y de las revueltas contra Honsi Mubarak, el ex presidente que durante 30 años estuvo al frente del gobierno. En aquel momento en la plaza se escuchaba “no es un golpe” perteneciente de las gargantas de hasta 17 millones de personas, según informó el Ministerio del Interior. El ejército sacó sus tropas a las calles después de que el plazo de 48 horas dado inicialmente por el general Sisi al jefe de estado para que la oposición formase parte de su gobierno. Las Fuerzas Armadas prohibieron temporalmente salir del país a Mursi y otros 300 miembros de los Hermanos Musulmanes. Coches blindados se desplazaron también hasta los puntos de El Cairo donde se encontraban escondidos. Respuesta internacional Las respuestas internacionales no se han hecho esperar. La Unión Europea pide que la situación democrática de Egipto se restablezca “cuanto antes”. En este sentido, un portavoz de política exterior de la Unión Europea, Catherine Ashton, ha pedido "la vuelta lo antes posible al proceso democrático” mediante unas elecciones "libres y justas" con una nueva Constitución elaborada de forma "completamente incluyente". Por su parte, el ministro británico de exteriores, William Huage, en una entrevista a la BBC ha declarado que el golpe de estado ha sido de intervención militar "pero que no cabe duda que también civil" y ha llamado a los políticos egipcios para que trabajen juntos. Asimismo, el ministro alemán de asuntos exteriores , Guido Westerwelle, ha sido el más duro con el golpe de Estado. Ha declarado que la intervención militar es "un gran revés para la democracia" y ha hecho un llamamiento a "todas las partes" para evitar el enfrentamiento. Además, Israel ha respondido con cautela al golpe de Estado, aunque fuentes cercanas al primer ministro Benjamín Netanyahu han afirmado a Reuters que esperan que el nuevo Gobierno descongele las relaciones entre los dos países.