UNIÓN EUROPEA

Guillermo Fariñas recoge el Premio Sájarov

Por Ana Pascual Ases3 min

Internacional03-07-2013

El activista cubano Guillermo Fariñas ha podido recoger de manos del vicepresidente del Parlamento Europeo, Gianni Pitella, el Premio Sájarov a la Libertad de Conciencia. Fariñas fue galardonado en 2010, pero no pudo salir de Cuba e ir a la ceremonia de entrega ya que las autoridades cubanas se lo impidieron, “hace tres años no pude estar aquí y en mi lugar había una silla vacía. Hoy digo que Cuba será libre, gracias no a sus gobernantes, sino a la voluntad de los ciudadanos”, ha señalado el disidente durante su discurso de aceptación en la Eurocámara. Fariñas ha asegurado que el viaje es un derecho suyo y un gesto vacío por parte de las autoridades.

El Parlamento Europeo concedió a Fariñas el Premio Sájarov en 2010, pero el Gobierno cubano no le permitió viajar hasta Bruselas para recogerlo, en cambio, ahora sí que ha podido viajar gracias a la reforma migratoria efectuada por el Gobierno cubano, Fariñas ha asegurado que sin ella todavía estaría por las calles de Santa Clara, centro de la isla y donde reside actualmente. El opositor ha admitido que una puntual salida del país depende siempre del Gobierno de la isla, de tal manera que fue en enero cuando se dejó claro que los cubanos sólo necesitan un pasaporte y una visa para viajar al exterior, y dos oficiales de los servicios de seguridad acudieron a su casa para informarle de que recibiría su documentación de viaje sin ningún problema. Fariñas ha considerado que el poder viajar tres años más tarde para recibir el premio “no se debe a que la situación en Cuba haya cambiado de forma esencial”. Fariñas llegó el martes 2 de Junio a Estrasburgo para recoger el premio acompañado por su madre, Alicia Fernández, a quien ha dedicado el galardón, “cuando inicié las huelgas de hambre mi madre, con lágrimas en los ojos, me pidió que hiciera testamento. Yo le dije que no debería haberme enseñado tanto sobre los patriotas cubanos. Si estoy hoy aquí es por esta mujer”. El opositor ha alertado a los eurodiputados de que en Europa también “se pueden perder las democracias”, lamentando así “la vergüenza que significa que persista un régimen como el de Bielorrusia”. Cuando Fariñas ha recibido el premio de la mano de Pitella, ha levantado el diploma con la mano izquierda y ha alzado el puño de la derecha, es una acción que para él “simboliza la fuerza de la esperanza de que la democracia llegará algún día al pueblo cubano”, agregando también que la disidencia cubana “representa el poder de pueblo que no se resigna a vivir sin libertades”. El Parlamento Europeo reconoce con este premio la labor de Fariás en defensa de las libertades, el premio recibido también por el ex presidente sudafricano Nelson Mandela, o la opositora birmana Aung San Suu Kyi, consiste en la entrega de 50.000 euros, así como honra la memoria del físico nuclear, Andrei Sájarov, convertido en activista de los derechos humanos en la antigua Unión Soviética y fallecido en 1989, un mes después de la caída del Muro de Berlín. El Parlamento concede anualmente el premio a la libertada desde el año 1988 a personas u organizaciones que se hayan distinguido por su lucha contra la justicia, como el ghanés Kofi Annan, las Madres de la Plaza de Mayo de Argentina, la activista Hu Jia, y las activistas de la Primavera Árabe y del colectivo Basta Ya, entre otros. Fariñas, de 51 años, ex militar, psicólogo y periodista de la agencia Cubanacan Press, es uno de los símbolos de la oposición al castrismo en los últimos años, es el tercer opositor cubano tras Oswaldo Payá y Las Damas de Blanco en conseguir el galardón europeo. Mantuvo durante la primavera de 2010 una huelga de hambre de 135 días por la muerte del disidente preso Orlando Zapata, y por la cual pedía la liberación de un grupo de 15 presos políticos enfermos. El disidente ha recurrido a un total de 23 protestas de este tipo contra el régimen cubano. Pitella le ha recordado a Fariñas que no está solo en el camino de la lucha por la libertad y la democracia en Cuba, asegurando que el Parlamento Europeo siempre estará al lado de aquellos que luchan por la libertad.