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EMIGRACIÓN

España era el "sueño sudamericano"

Por Pablo RomeroTiempo de lectura2 min
Sociedad16-10-2012

España era el destino favorito para los sudamericanos y africanos que buscaban una oportunidad fuera de sus país hasta el comienzo de la crisis. Sobretodo a partir de 2010, los inmigrantes se encontraron que en España no había ninguna oportunidad para ellos y muchos tuvieron que regresar a sus países de origen.

La evolución de la inmigración latinoamericana en España ha estado condicionada por factores estructurales y coyunturales a ambos lados del Atlántico. De aquel lado, los latinoamericanos han emigrado de sus países desde la segunda mitad del siglo pasado a países industrializados. Aunque Estados Unidos ha sido el destino preferencial, España empezó a cobrar importancia hace tres décadas como destino para miles de sudamericanos que veían aquí una oportunidad para trabajar con buenos sueldos que sirvieran para mantener a sus familias. En las contabilidades de los que venían aparecen como primera mayoría los argentinos y por extensión los provenientes del Cono Sur, aunque también se cuentan cubanos y venezolanos entre los grupos más numerosos. Eran básicamente de procedencia urbana, con un equilibrio en la composición por sexo y niveles de estudios superiores a la media autóctona y con una tendencia al trabajo por cuenta propia superior a otros extranjeros. En América Latina, la década perdida, como se llama a los años noventa, elevó las cifras de emigrantes hacia fuera de la región. Aquellos que se dirigieron hacia España tuvieron más razones económicas que políticas. Con respecto a los africanos que llegaron en las últimas dos décadas, en especial la de principios del siglo XXI, es todo mucho más confuso y caótico. Decenas de personas llegaban en cayuco a las costas del sur de España y muy pocos eran los que conseguían librarse de la policía y comenzar o, por lo menos intentarlo, una nueva vida sin papeles. "No vienen porque aquí suceda algo, tipo que les den papeles o que haya riquezas. Vienen porque en sus países no pueden estar", explicaba hace dos años Antonio Díaz de Freijo, director de la asociación Karibu de ayuda al pueblo africano. "No salen de sus casas para decir: "Me voy a Europa" o "Me voy a Madrid", porque ni lo conocen. Salen de su pueblo para ir a un pueblo vecino, o a la capital, o a un país vecino, y el camino les va llevando a no encontrar soluciones, y les lleva hasta aquí, a terminar arriesgando su vida, cruzando el desierto o el mar en un cayuco". A diferencia de la inmigración latinoamericana, caracterizada por venir la mujer a trabajar en el servicio doméstico, para después viajar su marido o pareja, en el caso de los africanos, suelen ser hombres. Algunos de ellos, en menor medida que los sudamericanos, encontraban trabajos y formas de mantener una vida digna. A día de hoy no llegan pateras a las costas españolas y ha sido de los pocos problemas que los Gobiernos de Zapatero y Rajoy han conseguido solventar. Sin necesidad de hacer nada, solo con la mala economía de España, en África ya no se contempla la opción de emigrar a la Península.