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UNIÓN EUROPEA

La Unión Europea reforma el Tratado de Schengen

Por Alba García AmayaTiempo de lectura2 min
Internacional08-06-2012

Los ministros del Interior de la Unión Europea se han reunido el pasado jueves para acordar la reintroducción temporal de los controles fronterizos nacionales entre los países de la zona Schengen, con el fin de prevenir una posible presión migratoria en una frontera externa en el caso de que un país miembro afectado no esté en condiciones de hacer frente por sí solo al problema. Esta medida ha recibido críticas por parte de la Comisión Europea y del Parlamento Europeo.

El Tratado de Schengen entró en vigor en 1995 con el objetivo de terminar con los controles fronterizos dentro del espacio de Schengen, un espacio que incluye a la mayoría de los Estados miembros de la Unión Europea excepto Bulgaria, Chipre, Irlanda, Reino Unido y Rumania. Cuando un Estado miembro se vea afectado por un flujo migratorio “masivo” no “esté en condiciones de hacer frente por sí sólo” al problema, la Comisión Europea podrá proponer al Estado en cuestión que se restablezcan los controles fronterizos nacionales, según han explicado fuentes diplomáticas. Desde el principio, la Unión Europea ha defendido que los Estados miembros tengan que pedir permiso a Bruselas antes de la reintroducción de los controles. Estos cambios en el Tratado de Schengen tendrán vigor por un periodo de seis meses, pero podrán prorrogarse en periodos consecutivos de seis meses, hasta un máximo de dos años. Cuando se concluya que un Estado miembro del Tratado esté poniendo en “riesgo” el funcionamiento del sistema, y además se constate que tras pasados tres meses la situación persiste, los Veintisiete podrán recomendar, en base a una propuesta de la Comisión, que se reintroduzcan controles fronterizos en uno o más Estados miembros concretos, ya sea en determinados puntos o en el conjunto de su frontera. De este modo, los Estados miembros ya pueden reintroducir los controles fronterizos siempre y cuando sean circunstancias especiales que puedan producir “una amenaza seria” para el orden público o la seguridad nacional. “Al final serán los Estados miembros los que decidan sobre la reintroducción de los controles fronterizos", ha dejado claro el ministro de Justicia danés, Morten Bodskov, en una rueda de prensa al término de la reunión de los Veintisiete. Por su parte, la comisaria europea de Interior, Cecilia Malmström, ha dicho que “si vamos a restaurar las fronteras en la Unión Europea tiene que ser el último recurso después de que todo lo demás se haya intentado, y por eso tenemos que reforzar la evaluación para garantizar que haya planes de acción si descubrimos deficiencias”. Malmström también ha expresado su “decepción” por “la falta de ambición de los Estados miembros”, ya que el sistema va a seguir basándose en las decisiones de los Gobiernos y no en el marco de la UE y tendrá la intervención de la Comisión Europea. “Este acuerdo nos pone a merced de las presiones populistas” en los países comunitarios, ha lamentado.