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PAÍSES BAJOS

El Gobierno dimite al fracasar la negociación sobre los ajustes

Por Raquel GonzálezTiempo de lectura2 min
Internacional24-04-2012

El Gobierno holandés, liderado por el primer ministro Mark Rutte, presentó su dimisión el pasado lunes tras fracasar las negociaciones con la oposición sobre el ajuste de los presupuestos. La derecha de Geert Wilders se niega a apoyar los recortes que exige la Unión Europea (UE) para rebajar el déficit público al 3 por ciento en 2013. La dimisión del Ejecutivo de Rutte conllevará a la celebración de elecciones anticipadas, posiblemente, entre septiembre y octubre.

El Gobierno holandés ha difundido un comunicado en el que declara que “el primer ministro, Rutte, ha presentado ante la reina Beatriz la dimisión de todos los ministros y secretarios de estado, con efecto inmediato”. No obstante, el primer ministro se ha comprometido a “seguir haciendo todo lo que considere necesario para el interés del reino”. La coalición de democristianos y liberales continuará en funciones hasta que se convoquen elecciones anticipadas, previstas para septiembre u octubre. Desde comienzos del mes de marzo, el partido de Rutte negociaba con el Partido de La Libertad (PVV), liderado por Wilders, un conjunto de medidas de ajuste para rebajar el déficit público en 2013 hasta el 3 por ciento, lo que suponía un recorte de 14.200 millones de euros. Este plan de austeridad, exigido por la UE, fue diseñado por el Gobierno de Rutte e incluía grandes recortes en sanidad, pensiones, préstamos hipotecarios, salarios públicos e IVA, entre otros. El pasado sábado, el ultra derechista Wilders se negaba a aprobar el conjunto de ajustes económicos, por lo que el Gobierno dimisionario deberá buscar pactos en el Parlamento antes del 30 de abril, fecha en la que Ámsterdam debe presentar a Bruselas el plan de ajuste. Solo los liberales de izquierdas apoyan esta medida. Por el contrario, la oposición laborista, que había rechazado ese plan, pronunció: “Dejen que los votantes holandeses se pronuncien y digan cuál es para ellos la mejor política”, con el fin de conseguir votos en las urnas. Por su parte, la Comisión Europea (CE), antes de la dimisión del Gobierno holandés, aseguró que confiaba en Ámsterdam para continuar con sus responsabilidades económicas. El portavoz de la comisión, Olivier Bailly subrayó: “Seguimos pensando que frente al desarrollo de la crisis, la respuesta correcta es hacer más Europa y que los estados trabajen por los ciudadanos. Creemos que las soluciones nacionales en un contexto globalizado no son la solución más eficaz” refiriéndose a la inestabilidad política que sufre Holanda.