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El juez Garzón busca rastros de delito en el paraíso fiscal de Jersey

Por Gema DiegoTiempo de lectura2 min
Economía14-04-2002

El dinero se esconde, caracolea y fluye entre los lugares más exóticos, pequeños e inadvertidos del planeta. El Banco Bilbao Vizcaya (BBV) aprovechó tres de estos paraísos fiscales para experimentar con algunas cantidades. La entidad tejió su red entre Jersey (una isla británica situada en el Canal de la Mancha), Niue (otra isla del Pacífico), y un genuino territorio europeo continental, Liechtenstein.

El juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, está decidido a establecer las conexiones entre todos estos lugares, y también a averiguar si el BBVA es culpable o inocente de una nutrida lista de posibles delitos: apropiación indebida, falsedad documental, administración desleal, fraude, falsedad en balances y cuentas, blanqueo de capitales y soborno. Garzón ha paralizado el expediente sancionador que el Banco de España había abierto a 16 consejeros del BBVA, puesto que la investigación ha pasado a considerarse como penal. Garzón investiga ahora junto a los fiscales Anticorrupción, David Martínez Madero y Carlos Jiménez Villarejo, el verdadero uso del dinero que escapó hacia los paraísos fiscales desde 1987, a pesar de las "dificultades", que según Villarejo, les ponen en la isla de Jersey. Garzón ve relación entre las cuentas secretas recién descubiertas y el caso Privanza-Jersey, que lleva desde hace dos años. Privanza es la división del BBVA especializada en grandes fortunas, que pasó a ser gestionada en 1998 por Sharington Company Inc, sociedad radicada en el paraíso fiscal de Niue y que controlaba el Trust T. 532, situado, a su vez, en Jersey. A la Sharington también llegaron 152 millones de euros, provenientes de la venta de acciones de Argentaria, a través de Canal Trust Company (CTC), otra sociedad de Jersey. Desde ahí, el BBV desvió 22 millones de euros para constituir 22 fondos de pensiones en American Life Insurance Company (Alico), destinados a resarcirse de la equiparación de sueldos que había introducido en el consejo la fusión con Argentaria. Este hecho había provocado la reducción de los salarios de los consejeros del BBV desde 600.000 euros a 480.000 euros. El próximo paso de Garzón se encamina hacia el Banco de España: el juez ha llamado a declarar como testigos al gobernador, Jaime Caruana, y al subgobernador, Gonzalo Gil, para que expliquen qué ocurrió en las reuniones que mantuvieron el 25 de septiembre del 2001 y el 19 de enero del 2002 con los entonces presidente y vicepresidente del BBVA, Emilio Ybarra y Pedro Luis Uriarte. Del interrogatorio tampoco se librará el secretario de Estado de Hacienda, Estanislao Rodríguez Ponga.