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ORIENTE PRÓXIMO

Israel toma la mayoría de las ciudades de Cisjordania

Fotografía Un soldado israelí avanza por las calles desérticas de Belén tras la huida de los habitantes palestinos

Un soldado israelí avanza por las calles desérticas de Belén tras la huida de los habitantes palestinos

Por Txema GarcíaTiempo de lectura2 min
Internacional07-04-2002

Belén, Nablús, Yenín, Salfit, Hebrón, Kalkilia, Beit Jala o Tulkarem fueron algunas de las localidades que pasaron a control militar israelí.

En la mayoría de estos lugares, el Ejército israelí declaró el toque de queda a lo largo de las 24 horas del día y los alimentos, el agua y la electricidad escaseaban. La operación emprendida por Israel tiene como objetivo practicar un peinado de terroristas entre la población masculina mayor de 15 años. A consecuencia de ello, más de 1.300 personas han sido arrestadas en las operaciones de Cisjordania según revelaron fuentes militares israelíes. Los puntos más conflictivos, además de Ramala, fueron Belén y Nablús. En Belén, cerca de dos centenares de milicianos, civiles, y religiosos se refugiaron en la Basílica de la Natividad. Los soldados israelíes procedieron a cercar el templo con carros de combate y tiradores de elite. Al cierre de esta edición, el cerco de tan emblemático santuario cristiano seguía en pie. El Vaticano se apresuró a mediar y se dirigió al Gobierno de Ariel Sharon para evitar que se produjese un asalto o un combate abierto entre ambas partes que afectase a la iglesia o a los religiosos. En Nablús, los milicianos palestinos colocaron cargas explosivas en los accesos a la localidad y se enfrentaron de forma encarnizada con las tropas israelíes que tomaron la ciudad. El Consejo de Ministros de Israel ha ofrecido los resultados de los nueve días de operación según los cuales han muerto 200 palestinos, 1.500 resultaron heridos y 1.300 fueron detenidos entre los que figuran 70 “terroristas buscados”. El presidente de EE.UU., George W. Bush, cambió su tradicional postura de apoyo incondicional a Israel para exigir al Ejecutivo de Sharon que frene la ofensiva. El cambio de actitud del Gobierno estadounidense no fue radical, ya que acto seguido Bush volvió a cargar contra el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasir Arafat, de quien afirmó: “Se ha buscado la situación en la que se encuentra. Ha perdido sus oportunidades y así ha traicionado las esperanzas del pueblo que se supone que lidera”. Asimismo, Bush ratificó su compromiso con el objetivo de la formación de un Estado palestino. El presidente estadounidense también afirmó que EE.UU. está comprometido “a poner fin a este conflicto e iniciar una era de paz”. Como muestra de ello, el secretario de Estado, Colin Powell, tiene previsto viajar a la zona. Powell tiene entre sus misiones una especialmente complicada: Encontrar nuevos interlocutores dentro de la ANP, según se desprende de las palabras del propio presidente estadounidense, quien declaró: “Hay otros en la región que pueden asumir su posición”. La llegada del enviado de Bush hace presumir un aceleramiento en el desarrollo de las operaciones militares israelíes según se desprende de declaraciones del Gobierno de Israel que procurará concluir las operaciones "lo antes posible".