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GIRA ASIÁTICA

George W. Bush visita los países más poderosos de Asia

Por Cristina GuerreroTiempo de lectura1 min
Internacional23-02-2002

La visita a Japón fue la primera parada del presidente de Estados Unidos. George W. Bush hizo un llamamiento donde expresó en público su animadversión contra el “Eje del mal” compuesto por Irán, Irak y Corea del Norte. La acogida del pueblo no fue optimista, decenas de personas se manifestaron en contra de EE.UU. al que acusan de ser el primer terrorista.

El primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, negó el apoyo a EE.UU. contra Irak mientras no se demuestren pruebas que impliquen a este país con los atentados del 11 de septiembre. Koizumi expuso las reformas económicas previstas para levantar a Japón de la gran crisis que está sufriendo. Bush comentó que haría todo lo posible para que los problemas japoneses no se extiendan por el resto de Asia. El segundo destino de esta gira fue Corea del Sur. Bush aprovecho su estancia para visitar el paralelo 38 que divide las dos Coreas y tildó de déspota al país norcoreano. Aún así, George W. Bush anunció que EE.UU. no tenía intención de atacar sino que por el contrario que les ofrecería una puerta al diálogo. El último país visitado por Bush en su gira asiática fue China, donde ni el presidente estadounidense ni su homólogo chino, Jiang Zemin, llegaron a un acuerdo en materia de Derechos Humanos ni en el escudo antimisiles. El presidente de EE.UU. intentó convencer a la población china de la necesidad de una reforma de los Derechos Humanos, aspecto que fue mal visto por el Gobierno comunista al calificarlo de intromisión en los aspectos internos. A pesar de estos desacuerdos, Jiang Zemin y Bush aceptaron continuar en la línea del diálogo para tratar temas de distinta índole, como una reforma contra el calentamiento de la atmósfera.