IRÁN Y VENEZUELA ESTRECHAN LAZOS

Ahmadineyad busca en Caracas consolidar su relación con Chávez

Por Miguel Martorell1 min

Internacional25-11-2009

Tras su visita a Brasil y Bolivia, el presidente de Irán, Mahmoud Ahmadineyad, ha llegado en la madrugada española de este miércoles a Venezuela. En este país pretende consolidar la relación con el presidente venezolano, Hugo Chávez, para lo que tiene previsto desarrollar una "intensa agenda", según ha informado el canciller Nicolás Maduro.

Aunque la relación entre Ahmadineyad y Chávez es bastante fluida -les une su oposición a Estados Unidos y sus continuas llamadas a un mundo multipolar- no todos han recibido con el mismo agrado la visita. Los partidos opositores agrupados en la 'Mesa de Unidad' han calificado de "indeseable" la llegada de Ahmadineyad a Venezuela, considerándolo un "dictador" contrario a la "tradición humanista" del pueblo venezolano. Del mismo modo, a principios de esta semana, la Confederación de Asociaciones Israelitas de Venezuela expresaron su "desazón y contrariedad" por la gira por Latinoamérica de Ahmadineyad, un presidente, recordaron, que niega el Holocausto. En cualquier caso, la visita de Ahmadineyad a Venezuela se enmarca en la política iraní de tratar de sacar cabeza en la comunidad internacional entre sus continuos desplantes a la misma por el desarrollo de su programa nuclear. El presidente iraní busca, sobre todo, socios comerciales que le permitan eludir el bloqueo internacional al que está sometido su país, especialmente en el terreno financiero, donde los bancos iraníes están perdiendo cota de negocio. En este sentido, Venezuela es el ariete de esa política conciliadora de Ahmadineyad con Latinoamérica, tanto como socio de Irán en la OPEP como diplomática, pues gracias a Chávez Irán ha conseguido estrechar lazos con Nicaragua, Bolivia y Ecuador. Son, todos ellos, países 'amigos' de cualquier forma de Chávez y su 'revolución bolivariana'. Con todos ellos, Ahmadineyad ha firmado cerca de 200 acuerdos comerciales o económicos de la más distinta índole. En Bolivia, Teherán ha financiado la construcción de una planta petroquímica. A Ecuador le concedió un crédito de 80 millones de euros; y en Nicaragua ha financiado varios proyectos energéticos.