ACOMPAÑABA A UNOS CHABOLISTAS
Imputan a una periodista que ayudó a robar chatarra para un reportaje
Por LaSemana.es1 min
Comunicación23-09-2009
Un reportaje de televisión le puede salir caro a la periodista Samanta Villar. Hace unos meses estaba grabando un reportaje para la cadena Cuatro sobre la vida de los chabolistas. Convivió con ellos y les acompañó en su día a día, incluso cuando una mañana robaron unos hierros de una obra para venderlos como chatarra. Ahora, un juez la acusa de ser cómplice en el delito.
Samanta Villar trabajaba para el programa 21 días, conocido por infiltrar a un periodista en la vida de personas en riesgo de exclusión. Durante tres semanas compartió casa y trabajo con una familia gitana de Sevilla. Por eso, una mañana fueron a una obra y empezaron a recoger hierros para posteriormente venderlos. El cámara grabó las imágenes, que han sido utilizadas posteriormente por el dueño de la empresa afectada para probar el delito. El testimonio audiovisual es determinante. Samanta aparece junto al resto de personas cogiendo y doblando hierros para meterlos en una furgoneta, que ella misma conduce por ser la única con carnet. Un juez de Sevilla la ha citado para declarar como imputada el próximo mes de octubre como cómplice de un delito de robo. El valor del material hurtado ascendía a unos 1.000 euros. La periodista sólo pretendía reproducir la vida diaria de unos chabolistas, pero se ha encontrado con que la Justicia la acusa de colaborar con ellos al participar en un robo. Sin embargo, tanto la afectada como la cadena de televisión que emitió el reportaje aseguran que su presencia en los hechos denunciado se debió "al desempeño de una labor informativa, sin ánimo de lucro”. Su esperanza es que salga absuelta, especialmente dado que desde el principio ha colaborado con la Justicia. Este caso reabre el debate sobre los programas de telerealidad que difunden muchos medios de comunicación y la responsabilidad que tiene el periodista en su labor informativa. La imputación de Samanta Villar es también una advertencia a los periodistas que consideran que todo vale con tal de obtener una noticia o de conseguir una información, como si los trabajadores de la prensa no estuvieran sometidos al cumplimiento de la ley, como el resto de los ciudadanos.