Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

CHINA

20.000 soldados y toque de queda para sofocar las revueltas

Por LaSemana.esTiempo de lectura1 min
Internacional12-07-2009

Los disturbios étnicos acaecidos en la ciudad china de Urumqui entre uigures y han fueron duramente reprimidos por el Gobierno chino. Los sucesivos choques entre ambos grupos fueron sofocados por 20.000 efectivos del Ejército y un severo toque de queda que, entre otras cosas, ha dejado a los habitantes de la zona incomunicados con el exterior.

El Buró de Seguridad Pública de Urumqi, ciudad que vivió la pasada semana los peores incidentes étnicos en China desde hace décadas, anunció la prohibición de "asambleas, marchas y manifestaciones", para intentar mantener la calma en la localidad. La oficina de seguridad advirtió asimismo de que dispersará cualquier reunión ilegal “haciendo uso de los medios que considere necesarios”, en alusión a los 20.000 soldados desplegados por el Gobierno central. Unos soldados que, según estimaciones, podrían haber detenido hasta a 1.200 personas en apenas unos días tras las primeras protestas. Los sucesivos intentos de manifestarse por parte del pueblo uigur fueron reprimidos con gases lacrimógenos. Además del despliegue policial, las autoridades declararon un toque de queda que prohibió a los habitantes de la zona salir de casa entre las nueve de la noche y las ocho de la mañana, ante las intentonas de colectivos de chinos han de tomarse la justicia por su mano y asaltar las mezquitas uigur. Además, el Gobierno cortó Internet “para evitar que los disturbios se extendieran a otras localidades” y restringió las llamadas internacionales. Altos dirigentes del Partido Comunista Chino (PCCH), que se reunieron con el presidente de la república, Hu Jintao, prometieron "castigos severos" a los responsables de los motines. Más allá quiso ir el líder regional del Partido Comunista, que aseguró que los responsables de las víctimas mortales causadas por los disturbios serán ejecutados.