TERRORISMO

Cae en Francia el comando más activo de ETA

Por Esteban del Pozo3 min

España05-07-2009

"Eran uno de los grupos más activos, si no el más activo de este momento”. De este modo definió el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, el último comando de ETA desarticulado en Francia por la Policía Nacional en colaboración con las autoridades galas.

Los detenidos, todos ellos miembros liberados de la banda (no fichados), son Asier Borrero e Iurgi Garitagoitia. Según el ministro, estaban "al frente de los comandos de legales que operan en España desde hace tiempo". Además, también fue detenida Itziar Plaza, quien cuenta con un amplio historial delictivo en el que se incluye el de asesinato. Una de las conclusiones principales tras estas nuevas detenciones es que la mermada estructura de ETA se ha visto obligada a basarse en legales dado el alto índice de arrestos. En ese sentido, Rubalcaba añadió que "cuando un joven pide ingresar en ETA, debe tener en la cabeza que está pidiendo su ingreso en prisión", aunque matizó que, en la actualidad, "no es que los etarras entren más jóvenes a la organización, es que caen antes". Por su parte, también el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero se congratuló por esta nueva intervención apelando a que "la superioridad de la democracia frente al terror es siempre inequívoca". Precisamente, estas nuevas detenciones se producín tan sólo dos días después de la reunión que unió en la Moncloa a Zapatero y al lehendakari, Patxi López. "Dos gobiernos y una misma política antiterrorista para perseguir y erradicar la violencia de ETA, para apoyar y reconocer a las víctimas del terrorismo, para unir a los demócratas contra el terrorismo, para eliminar cualquier espacio que los que apoyan a los violentos puedan utilizar en las instituciones democráticas, donde el liderazgo de Patxi López está siendo fundamental, un cambio cualitativo y determinante". Así calificaba la visión común que mantiene el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero y el nuevo lehendakari respecto a la política antiterrorista. Atrás queda la imagen en la que López se reunía en un hotel del País Vasco con el portavoz de la izquierda abertzale Arnaldo Otegi en pleno proceso de negociación del Gobierno con ETA. Todo ello ha pasado a formar parte del baúl de los recuerdos y ahora la presión sobre el entramado etarra cada vez es mayor. El cerco a los terroristas callejeros, el control de la libertad lingüística en las escuelas, la asfixia económica por la retirada de subvenciones afines son buenos ejemplos que el cambio del Ejecutivo vasco podría acelerar la fecha de caducidad de la banda terrorista. Pero a pesar de todos estos avances en materia antiterrorista, el PNV sigue mostrándose dolido con su salida del sillón presidencial y la entrada del PSOE y del PP. Así lo reflejó una vez más, su presidente, Iñigo Urkullu. Durante la marcha al monte Gorbea en la que centenares de simpatizantes del PNV llevaban una gran bandera del País Vasco al lugar dónde la semana pasada el Ejército español colocó la bandera nacional, Urkullo afirmó que “Euskadi no es Perejil, ni un punto estratégico en el que algunos claven su estandarte como signo de conquista”. En un ambiente claramente nacionalista el líder del PNV mostró su cara más independentista llegando a decir que esas colinas están “regadas por la sangre de los gudaris que dieron su vida por salvaguardar la dignidad de este pueblo” y “su testimonio permanente” confieren a los nacionalistas “serenidad y fortaleza” en su lucha política.