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VOLUNTARIADO

Hacia un nuevo perfil de pobre

Por Tamara SantosTiempo de lectura2 min
Sociedad25-06-2009

Familias jóvenes con niños pequeños que apenas comienzan a emanciparse, parados con baja cualificación, madres solteras que asumen una gran carga familiar, hombres divorciados y en paro. Según un informe de Cáritas sobre la crisis en 2008, cada vez son más las personas que necesitan sus servicios como consecuencia de la debilidad de recursos en las administraciones públicas.

Cada vez son más las personas que habiendo sido ayudadas con anterioridad para encontrar un empleo, vuelven a pedir ayuda a entidades como Cáritas para recuperar un puesto de trabajo y poder salir adelante. Estos datos aparecen en el informe de Caritas sobre la crisis en 2008. Según este documento, cada vez son más las familias jóvenes (de entre 20 y 40 años de edad) con niños pequeños, que solicitan ayudas para la vivienda, el empleo, la sanidad o la educación. Las familias vulnerables a la pobreza cuyo cabeza de familia es hombre y en paro, han aumentado considerablemente el año pasado. Estas familias han agotado las donaciones que se les ofrecen y acuden a Cáritas buscando cubrir las necesidades básicas. Principalmente se trata de trabajadores autónomos que han cerrado sus negocios (talleres, comercios) a causa de la recesión económica. Al mismo tiempo, aumenta el número de hombres parados con baja cualificación, que se dedicaban a trabajos relacionados con la hostelería o la obra y manifiestan la necesidad de recuperar su empleo. Otro perfil es el de las mujeres que asumen una alta responsabilidad en el hogar y, sin embargo, no pueden conciliar la vida familiar y laboral. Suelen ser personas cuyos maridos han perdido su empleo o madres solteras. Con la crisis económica ha aumentado notablemente el número de hombres divorciados o separados que no tienen ningún lugar donde vivir. Por el contrario, ha disminuido el número de mujeres mayores que tienen pensiones mínimas y de menores inmigrantes en situación irregular. La población gitana también ha sufrido duramente las consecuencias de la crisis, ya que cada vez son más las personas de este colectivo las que acuden a Cáritas. Este grupo se ha visto afectado por la bajada del valor de la chatarra y la escasa operación de la venta ambulante. Los inmigrantes componen el grupo más afectado en España, estos se ven en la obligación de renovar sus empleos para que sus papeles continúen en orden pero, ante la abundancia de despidos y la inflexibilidad de las administraciones, estos no sólo ponen en peligro su residencia sino también la del resto de su familia. En consecuencia, cada vez son más las familias de inmigrantes que se encuentran en situación de paro, de deudas y que solicitan ayuda inmediata en Cáritas.