FÚTBOL
El descenso más caro lo pagó el Betis
Por LaSemana.es2 min
Deportes31-05-2009
Pocas veces la permanencia en Primera División había costado tan caro. De nada le sirvió al Betis sumar 42 puntos pues, en una jornada final de infarto, los verdiblancos acabaron descendiendo a Segunda. Ellos acompañarán a Numancia y Recreativo de Huelva, los dos equipos más flojos del campeonato. Valladolid, Getafe, Sporting de Gijón y Osasuna se salvaron in extremis.
Quienes menos padecieron el agobio del descenso fueron Almería y Racing, aunque para ninguno de los dos fue un camino de rosas el lograr la permanencia. Ambos empezaron el año muy entonados, y los cántabros, incluso, se mantuvieron durante semanas peleando por entrar en los puestos de acceso a las competiciones europeas. Pero a los dos el tiempo les acabó situando en su lugar y poco les faltó para caer en serios apuros. Un inmenso Álvaro Negredo y el repescado Nicola Zigic fueron los héroes en ambos bandos. En San Mamés el salvador fue Fernando Llorente, bajo cuyo liderazgo el Athletic de Bilbao alcanzó la final de Copa del Rey y aseguró además la permanencia, aunque no sin dificultades. Sólo dos puntos le separaron finalmente de la quema, los mismos que al Espanyol, un equipo que se ha acostumbrado a salvarse a base de milagros. Estaban hundidos en la última plaza a pocas jornadas del final, pero encadenaron una racha espectacular que les permitió celebrar la salvación en la penúltima fecha. Todo lo contrario le sucedió al Valladolid, que después de permanecer los últimos 15 partidos sin lograr una sola victoria pasó de poder firmar una de sus mejores temporadas en Primera a estar cerca de regresar a Segunda. Tampoco tuvo su mejor año el Getafe, que no logró adaptarse a las ideas de Víctor Muñoz, más conservadoras de lo que los jugadores tenían por costumbre. Ello costó la cabeza al técnico y pudo costar un descenso, de no ser por la carambola favorable que se dio en la última jornada. Esa carambola benefició también a Sporting y Osasuna. Los gijoneses brillaron en la primera vuelta, en la que pugnaron con el Málaga por erigirse en el equipo revelación. Pero se desinflaron en la segunda y sólo los buenos resultados en su estadio les permitieron mantenerse. Osasuna recurrió a José Antonio Camacho para intentar salvar una temporada horrenda. Y de la mano de un técnico tan temperamental los navarros se salvaron a base de casta. Les benefició el tener que enfrentarse en las dos últimas jornadas a un Barça y un Real Madrid que no se jugaban nada, pero con sus dos victorias ante ambos demostraron una fe y una capacidad de sacrificio enormes. Eso fue precisamente lo que le faltó a un Betis errático, sin ideas ni estilo definido. El equipo sevillano estuvo siempre cerca de los puestos de descenso. Sólo Achille Emaná parecía tener la llave de la salvación. Pero incluso él se desmoronó en el momento decisivo de la temporada, castigados por el exceso de confianza, y los resultados desfavorables de la última jornada devolvieron al club a la división de plata. Junto a ellos bajarán Numancia y Recreativo, dos equipos con plantillas muy justas, de potencial limitado, que acabaron dando su brazo a torcer antes que nadie.