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PAKISTÁN

La guerra en el valle del Swat deja 2,4 millones de desplazados

Por Miguel MartorellTiempo de lectura2 min
Internacional31-05-2009

La ofensiva que el Ejército paquistaní ha lanzado contra los radicales islamistas en el valle del Swat, al noroeste del país, se ha convertido en una guerra. El avance del Ejército ha sido respondido con una cadena de atentados en Lahore y Peshawar por parte de los islamistas que se ha cobrado casi 50 vidas. La ONU y Cruz Roja advierten de la catástrofe humanitaria en la zona.

La ofensiva del Ejército paquistaní comenzó el día 20. El objetivo era frenar el avance de los radicales islamistas en el noroeste del país, donde se habían hecho fuertes y desde donde amenazaban con cercar la capital, Islamabad.La comunidad internacional y, especialmente, Estados Unidos, ven con preocupación la posibilidad de que Pakistán, un país con armamento nuclear, acabe en manos de los islamistas, además de que su inestabilidad afecte a su vecino Afganistán, donde están volcados los esfuerzos de la ONU y la OTAN. El avance a sangre y fuego del Ejército paquistaní ha hecho retroceder a los militantes islamistas, pero se está cobrando un alto precio en la población civil. La ONU y Cruz Roja advierten de que más de dos millones de personas han tenido que abandonar sus hogares debido al conflicto. Mientras la ayuda humanitaria llega con cuentagotas y el toque de queda sobre la población le impide conseguir alimentos o siquiera agua potable, los islamistas responden con atentados a cada nuevo golpe del Ejército contra sus filas. Desde abril, más de 1.110 insurgentes han sido abatidos.Como respuesta, en dos días consecutivos, una serie de atentados en dos de las más importantes ciudades del valle del Swat se ha cobrado la vida de medio centenar de personas y han provocado más de 300 heridos. Los objetivos fueron Peshawar, capital de la región, y Lahore, considerada capital cultural del país.El primer ataque tuvo lugar en Lahore a mediados de la semana pasada. Una potente explosión provocada por un conductor suicida redujo a escombros un edificio de los servicios de emergencia de la Policía y afectó gravemente a una importante comisaría, un edificio de los servicios secretos paquistaníes y el tribunal superior de la ciudad. Tan sólo un día después, en Peshawar, una cadena de tres atentados en zonas comerciales de esta ciudad provocaba un auténtico caos. Una cuarta explosión se registraba en un control policial de Dera Ismail Khan, una de las regiones más volátiles del país y cercano al enclave de la resistencia.Los islamistas han prometido responder con más ataques el avance del Ejército paquistaní, que se enfrenta a casi 400 insurgentes en una zona montañosa y de difícil control. Desde que hace dos años los islamistas declararan la yihad en Pakistán, más de 1.200 radicales han sido abatidos por las Fuerzas de Seguridad, pero 2,4 millones de civiles han perdido su hogar.