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FOTOGRAFÍA

Avedon exhibe una mirada natural del oeste americano

Por Pedro Fernaud QuintanaTiempo de lectura2 min
Cultura31-01-2002

La serie está compuesta de 125 fotografías que reflejan distintos perfiles de la gente que inspira algunas de las películas más exitosas del universo jolivudiense. In the American West, contiene impresionantes retratos de alta intensidad psicológica. Las instantáneas fueron tomadas entre 1979 y 1984.

Avedon se catapultó al reconocimiento mundial con esta serie, que ha situado al maestro americano en la primera fila de interpretes geniales del carácter humano. El año que viene, Avedon será homenajeado por el Metropolitan Museum de Nueva York. "Más que fotografías, casi son pinturas", explica Yolanda Romero, la responsable del Centro José Guerrero, de Granada, el primero de los tres que, a lo largo de este año, acogerán la exposición. "Avedon a veces recuerda a los cuadros de Lucien Freud o Francis Bacon". El artista no ha podido acudir a España por culpa de una enfermedad de su esposa, pero ha seguido con gran interés todo el montaje de la muestra en Granada. "Hemos tenido incluso que instalar paredes nuevas para colgar las fotografías", añade Romero. Avedon, que comenzó su labor como fotógrafo en Harper´s Bazaar a finales de los años cuarenta, se había cansado de fotografiar a todos los personajes famosos norteamericanos de los años cincuenta y sesenta -entre ellos, el presidente John F. Kennedy-. El Museo Amon Carter, de Forth Worth, le encargó en 1979 que retratara, desde su mirada, a la gente del Oeste americano y él aprovechó la ocasión para dar rienda suelta a su sensibilidad. Con una cámara de gran formato de 8 x 10 montada sobre un trípode, al modo en que se hacía en los años 20, Avedon se dedicó a reclutar modelos entre los mineros, los carniceros, los camioneros y los sin techo que encontraba. Los colocaba ante una pantalla de tela blanca que colgaba en cualquier calle, a la sombra, y los hacía posar mientras él se situaba a la izquierda de la cámara, sin mirar por ella, a sólo un metro del modelo, charlando con él, tocándolo. "Ese intercambio implica manipulaciones, sumisiones", explica el propio Avedon en el catálogo de la muestra. "Un fotógrafo retratista depende de otra persona para completar su fotografía".