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VISITA DE ESTADO

La política española se rinde ante la figura del líder galo

Por Carmen RodrigoTiempo de lectura3 min
España29-04-2009

De firme retórica y fuerza en su pose, asombró a diputados y senadores al pronunciar el discurso sin leer una sola línea del papel. Esa misma tarde acudió al Congreso Álvaro Uribe, presidente de Colombia, pero sin alfombra roja ni tantos diputados ni elogios. Y es que por muchas idas y venidas que tengan las historias española y francesa, la tradición es lo que cuenta: París bien vale una misa.

El presidente de la República francesa, Nicolás Sarkozy, acompañado de su esposa, la ex modelo y cantante Carla Bruni, visitaron España con gran expectación mediática. Mientras la prensa rosa se dejaba seducir por la primera dama del Eliseo, todos los miembros del Parlamento apreciaron el carisma del líder francés. La pareja francesa llegó al aeropuerto de Barajas y, tras ser recibida por el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, se dirigieron al Palacio de El Pardo, lugar donde se alojaron. Tras el recibimiento de los Reyes con honores militares mientras la Marsellesa y el himno de España sonaban de fondo, los jefes de Estado saludaron a las delegaciones de los dos países. La española se encontraba liderada por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a quien Sarkozy estrechó efusivamente la mano. Así se inició la cordial relación entre los dos presidentes que estuvo llena de elogios en las dos direcciones durante toda la visita. “José Luis y yo no tenemos tiempo que perder en esas cosas. Nos conocemos muy bien. Nuestra fraternidad va más allá”. Así Sarkozy tildaba de “mediocre” el debate suscitado por las polémicas declaraciones sobre la inteligencia de su homólogo español y dejaba a un lado la incómoda cuestión. Zapatero por su parte expresó el “aprecio profundo, sincero sentido y para siempre con Sarkozy”, a quien calificó como “el mejor amigo de España que se puede tener”. Tras almorzar en La Zarzuela junto a los Reyes y los Príncipes de Asturias, Sarkozy recibió en El Pardo al líder del PP, Mariano Rajoy. Acto seguido visitaron el Museo del Prado junto a los Reyes y las ministras de Cultura de España, Ángeles González-Sinde, y del Interior de Francia, Michelle Alliot Marie. Después, Sarkozy se dirigió a los franceses residentes en España en un discurso en la embajada francesa. “Que los españoles sepan que son queridos en Francia y que mis compatriotas sepan que los españoles esperan mucho de Francia”, así estrechaba las relaciones entre ambos países el líder francés, al mismo tiempo que reconocía la expectación que provocaba la presencia de su mujer en España. La jornada se cerró con una cena de gala en el Palacio Real. El martes Bruni llegó tarde a su cita con la Reina para visitar el Museo Reina Sofía, ya que quiso asistir a la comparecencia de su marido en el Congreso ante diputados y senadores. Sarkozy afirmó contundentemente el deseo de Francia de colaborar con España en la lucha antiterrorista contra ETA. También manifestó su intención de que España pase a formar parte del G-20, así como de mejorar las telecomunicaciones entre ambos países mejorando las líneas de tren. “¡Vamos a ello!” decía Sarkozy, “los Pirineos ya no pueden ser una barrera infranqueable”, añadió. Buen manejo de la retórica Esta comparecencia dejó asombrados a numerosos miembros de la política española, quienes apreciaban su facilidad de discurso y fuerza en el habla. “Me ha gustado su dominio de la escena, del ritmo y de los gestos para interpretar un discurso”, decía la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáez de Santamaría. “Tiene un buen manejo de la retórica”, concluía José Antonio Alonso, portavoz del grupo socialista en la Cámara Baja. Tras el almuerzo de Bruni con la esposa de Zapatero, Sonsoles Espinosa, que terminó con un café de las dos parejas, se dio por finalizada el viaje de los jefes de Estado franceses. La visita del presidente colombiano, Álvaro Uribe, coincidió en el tiempo y no tuvo apenas expectación mediática. Uribe vino a España para forjar relaciones económicas con empresas españolas. El líder colombiano intervino en una conferencia en un foro empresarial y se entrevistó con presidentes de las empresas españolas con mayores intereses en su país, como BBVA, Telefónica, Endesa, Mapfre o Iberia.