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ANÁLISIS DE LA SEMANA

Limpieza

Fotografía
Por Almudena HernándezTiempo de lectura2 min
Sociedad13-01-2002

La tos, los estornudos y la fiebre han tomado los hogares españoles. Ha llegado la temida gripe, esa inquilina a la que nadie quiere acoger como compañera de cama pero que no es tan mala. Sobrevivirla es como acumular primaveras: “Fulanito tiene tantos años y tantas gripes”. Además, por si sirve de consuelo, hay enfermedades peores. Unas las sufren las personas, otras el medio ambiente y algunas otras la sociedad. Y muchas de ellas, casi todas, están relacionadas con la limpieza del cuerpo y de la mente. La natalidad es el punto débil de los españoles que, aunque se recupera un poquito, el mito de las habilidades del latin lover se cae por su propio peso. Y, sin niños, no hay futuro. Un padre responsable no sabría muy bien a qué atenerse después del debate social que relaciona la radiación de las antenas de telefonía con algunos casos de cáncer en centros escolares. Dolencias como ésta son para hablar más en serio, pues no sirve con aguantar unos días un poco de fiebre o ampliar la familia para sustentar el país. Aún con el cáncer por medio, hay dos bandos en el debate: mientras el Defensor del Pueblo pide que se revise la normativa de las antenas, el Gobierno pone cara de “aquí no ha pasado nada”. Otras voces aseguran que el cáncer puede también estar relacionado con otros muchos contaminantes. Continúa sin esclarecerse uno de los tres vertidos de aceite y mercurio que ha padecido el río Ebro en un mes. Las empresas responsables intentan achicar el mal hecho cuando no tiene remedio. Después España presume de ser el primer país de los cítricos llenos de vitamina C, del latin lover, del turismo y de la población que más donaciones hace en el mundo. Sólo hay que echar una ojeada a las prioridades que hay en la mente de la sociedad y enfrentarlas a la realidad: la gripe ha vuelto, la natalidad necesita algo más que un empujón, la contaminación aumenta en los parajes naturales y los hospitales se quedan sin sangre. La última receta que mandan los médicos desecha las pastillas y recomienda a los españoles que guarden la higiene del cuerpo y de la mente.