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POBREZA

La subida de precios aumenta el total de desnutridos en el mundo

Fotografía
Por Leticia PradoTiempo de lectura2 min
Sociedad19-09-2008

El primero de los Objetivos del Milenio es el de erradicar la pobreza extrema y el hambre en el mundo. La Organización para la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas (FAO) ha desarrollado numerosas estrategias para conseguir reducir el número de personas desnutridas y alcanzar, así, el compromiso adquirido en la Cumbre del Milenio. Pero la crisis económica que incrementa los precios de los alimentos desde 2007 ha empeorado aún más las cifras del hambre. Más de 920 millones de personas están mal alimentadas en todo el mundo.

La Organización para la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas (FAO) es la encargada de coordinar todas las acciones internacionales relacionadas con la lucha contra el hambre en el mundo. Desde su creación en 1945, ha prestado especial atención a las zonas rurales en donde habita una gran parte de los pobres del mundo. Para ello, todas sus iniciativas están destinadas al incremento de la productividad agrícola y el desarrollo de mejores prácticas de nutrición. Pero el último informe que la organización ha publicado sobre el hambre en el mundo no demuestra buenos resultados. Según el documento, la subida constante de los precios ha sumado 75 millones de desnutridos a la cifra mundial en los últimos años. El problema económico mundial ha empeorado entre 2007 y 2008. Durante este periodo, los precios de los alimentos han subido un 57 por ciento y el coste de los fertilizantes, imprescindibles para la agricultura, es casi el doble. La organización mundial intentó anticiparse a las consecuencias de la crisis con una medida con resultados eficaces: reparto de semillas, fertilizante y demás instrumentos necesarios en la actividad agrícola. Pero la crisis económica ha sido más fuerte y las familias más pobres, entre las que se encuentran las encabezadas por mujeres, y los campesinos sin tierras. Las repercusiones de esta crisis son tan devastadoras que, incluso, el director general adjunto de la FAO para Desarrollo Económico y Social, Hafez Ghanem, ha calificado la situación actual como “preocupante”. Afirma que, aunque el mundo ha producido la mayor cantidad de alimentos de las últimas décadas, el hambre ha aumentado considerablemente. La FAO ha definido dos soluciones esenciales para poner fin a la situación de desnutrición mundial: asegurar a los más vulnerables el acceso a los alimentos y ayudar a los campesinos con su producción. El hambre es causa y consecuencia de la pobreza: los costes sociales que suponen la lucha contra la desnutrición y la repercusión directa en la productividad y los ingresos impide el desarrollo económico. Según la organización, los países más afectados por la crisis necesitarán 30.000 millones de dólares anuales para solventar este círculo vicioso.