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CICLISMO

Valverde flaquea y Kirchen encabeza el Tour de Francia

Por çTiempo de lectura4 min
Deportes13-07-2008

Se cumplen los pronósticos que apuntaban a la inexistencia de un claro favorito en el presente Tour. Las victorias se suceden entre los distintos ciclistas y el maillot de líder pasa de un corredor a otro sin encontrar un claro líder. Alejandro Valverde cedió el liderato al local Romain Feillu, que luego lo pasó a Stefan Schumacher. Ahora pertenece a Kim Kirchen, tras una semana en la que Ricardo Riccó ha acaparado protagonismo.

La tercera etapa del Tour significó el fin del liderato de Alejandro Valverde en la competición francesa. El español cedió su puesto al local Romani Feillu, que supo meterse en la escapada buena y llegar segundo a la meta de Nantes. Su compatriota Samuel Dumoulin consiguió al sprint la victoria en un recorrido donde el estadounidense Will Frischkorn quedó tercero. Estos tres corredores protagonizaron una fascinante escapada, unidos al italiano Paolo Longo. Fueron 208 kilómetros en los que supieron dosificar sus fuerzas para no ser cazados y alcanzar la meta. Con estos resultados, Valverde se situaba cuarto a casi dos minutos del nuevo maillot. La cuarta etapa fue la primera gran cita de este Tour: una contrarreloj de 29,5 kilómetros con salida y llegada en Chalet, y que significaba el primer test serio de esta ronda gala. El recorrido dejó serias dudas sobre las opciones de Valverde para alzarse con la victoria final en la Grand Boucle. El murciano perdió 1’34” con el ganador y entonces nuevo maillot amarillo, Stefan Schumacher, y 1’07” con Cadel Evans. El alemán supuso la gran sorpresa de la jornada, pues no entraba entre los favoritos. Carlos Sastre se situaba a 1’22” de Evans en la general, en tanto que el ruso Denis Menchov recuperó el tiempo perdido en la jornada anterior y quedó a 34 segundos de Schumacher. La quinta etapa fue la más larga a la que se enfrentarán los ciclistas en la presente edición. Los corredores se encontraron con un trazo llano de 232 kilómetros que unía Chalet y Chateauroux. Una oportunidad inmejorable para los sprinters, que debían darlo todo ante la inminente llegada de la montaña. Así, Mark Cavendish se alzó vencedor de la etapa tras imponerse en la recta de meta de Chateauroux por delante de Óscar Freire y de Eric Zabel, que acabaron segundo y tercero, respectivamente. La jornada pudo salir muy cara a Valverde, quien el kilómetro 93 de la etapa sufrió una fuerte caída que le dejó un duro golpe en la cadera y el muslo derecho. Finalmente el propio ciclista quitaba hierro al asunto, asegurando encontrarse bien. No tuvo tanta suerte el colombiano Juan Mauricio Soler, que se despidió del presente Tour por no lograr reponerse de su caída en la primera etapa. La sexta etapa fue para Ricardo Riccó. El ciclista italiano consiguió la victoria tras superar en la llegada en alto al español Alejandro Valverde y al australiano Cadel Evans. Por otro lado, el luxemburgués Kim Kirchen consiguió el maillot de líder, en parte, gracias a la caída que sufrió Schumacher en el último kilómetro. El segundo puesto del murciano hubiese sido imposible de alcanzar de no ser por su compañero de equipo Óscar Pereiro, quien tiró de Valverde en los últimos kilómetros. Con esos resultados, la clasificación sufría cambios. Amén del liderato de Kirchen, Evans pasó a ocupar el segundo puesto de la general, mientras de Schumacher, anterior líder, descendía al tercer cajón. Valverde se colocaba en la octava posición. Exhibición de León y llegada de los Pirineos En la séptima etapa otro español logró alcanzar la victoria en el presente Tour. Luis León Sánchez cruzó primero la línea de meta, mostrando una extraordinaria condición física y sobrada valentía, en una de las etapas más cortas de la edición, pero con un perfil bastante accidentado y propicio para aventuras como la del español. Éste, estuvo escapado más de 50 kilómetros en la fuga del día. Más tarde fue neutralizado y aún así se atrevió a empujar en los últimos kilómetros, después de coronar el de Saint Jean de Donne, para acabar primero. Kirchen seguía líder tras una etapa en la que los favoritos se dieron una tregua y aplazaron la lucha para la alta montaña. La octava etapa significó el último sprint antes de los Pirineos. El británico Mark Cavendish repitió la victoria conseguida hacía apenas tres días, consiguiendo ser el primero en alcanzar la meta de Toulouse. A Óscar Freire, la principal esperanza española del recorrido, le fallaron las fuerzas en los instantes decisivos y tuvo que conformarse con ser cuarto. La etapa arrancó con la fuga de cuatro hombres: el francés Laurant Lefevre, el español Amets Txurrutka, y los galos Pineau y Riblon. Sin embargo, los equipos de los sprinters no permitieron que los escapados se hiciesen con la victoria. A falta de cuatro kilómetros para el final, los cabezas de etapa fueron neutralizados y, en la llegada, Cavendish, no sin un gran derroche físico, resultó victorioso. La novena etapa resultó espectacular gracias al vencedor, Riccó. El italiano, tras una gran exhibición de poderío físico, alcanzó su segunda victoria. Riccó asombró a todos con un fascinante ataque en la subida a la Col d’Aspin. El corredor del Saunier Duval cruzó la meta de Bagneres-de-Bigorre en solitario, a una distancia de 1’17” con el pelotón, en el que además se encontraba Valverde. Antes de la ofensiva del italiano, la jornada estuvo marcada por la escapada que protagonizaron el francés Nicolás Jalabert, el alemán Sebastián Lang y el luxemburgués Aleksandr Kuschynski. Los tres se mantuvieron en cabeza desde el kilómetro 24 de carrera. Sin embargo, primero Riccó y posteriormente el pelotón, acabarían dándoles caza. Cadel Evans, uno de los favoritos a la victoria final, dio el susto de la jornada al verse implicado en una caída con el español Gorka Verdugo. Pese a todo lo ocurrido, la clasificación general no sufrió cambios significantes.