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ARQUITECTURA

Rafael Moneo creará la nueva sede del Gobierno de Cantabria

Por Lola OcañaTiempo de lectura2 min
Cultura28-12-2001

La nueva sede del Gobierno cántabro diseñada por Rafael Moneo con una organización muy vertical, constará de 10 plantas y se elevará en un solar de 3.600 metros cuadrados.

En la fase final de la elección de los proyectos para la nueva sede del Gobierno de Cantabria pujaron cinco maquetas, además de las de Moneo, se encontraban los proyectos de Carlos Ferrater y Jerónimo Junquera, el inglés David Chipperfield y el norteamericano Peter Eisenman. Estas maquetas fueron exhibidas por toda la región cántabra para que fueran los propios ciudadanos los que pujasen por el proyecto que más les gustaba. Finalmente, el más votado, con 1.759 votos, fue el de Moneo, seguido muy de cerca por el proyecto del norteamericano, que obtuvo 1.528 votos y el de Junquera, con 1.415 votos. A partir de ahora, Moneo dispondrá de 10 meses para redactar el proyecto definitivo, que cuenta con un presupuesto que supera los 3.600 millones de pesetas. El arquitecto navarro ha propuesto un edificio con una superficie total de 37.611 metros, distribuidos en 10 plantas, y tendrá una capacidad de unas 1.220 personas. En este fastuoso complejo, la fachada del edificio llevará doble acristalamiento y tanto exterior como interior irán en tonos claros. Moneo quiere evitar en este edificio que se adivine su función desde la calle, ya que pretende "no tanto de que represente el poder cuanto que sea y pueda ser entendido como paradigma de la vida compartida por las gentes en el ámbito espacial de la ciudad, como paradigma de lo público". Pero el proyecto de la nueva sede del Gobierno de Cantabria ha enfrentado al Ejecutivo con el Colegio de Arquitectos de Cantabria, que se opone a éste y a su elevada volumetría exigida por el concurso de ideas, que "obliga a diseñar un enorme y desproporcionado edificio encorsetado en un solar de reducidas dimensiones y en un entorno urbano", según apuntó su portavoz el pasado mes de noviembre. La corporación profesional manifestó que "el Gobierno ha estado mal asesorado técnicamente y que debiera renunciar a la idea de elevar un macroedificio administrativo y permitir al arquitecto finalmente designado una solución más armónica, equilibrada y proporcionada". Tanto con discusión como sin ella, las obras de este edificio gubernativo están previstas, una vez terminado el proyecto de Rafael Moneo, para la primavera del 2003.