La peseta se despide
Por Julia Almagro Padilla
2 min
Economía30-12-2001
Desde su nacimiento, la peseta ha acompañado a los españoles permitiéndoles materializar algunas de sus ilusiones. Han sido 133 años de vida de esta entrañable moneda que con la llegada del año 2002, se marcha.
El origen del término peseta es dudoso; algunos afirman que viene de la palabra catalana peça, que significa pieza, mientras que otros creen que deriva del peso americano. Dejando de lado estas dudas, lo cierto es que las primeras pesetas que se acuñaron, nacieron en Barcelona, durante la Guerra de la Independencia; pero el estreno oficial de la moneda española tuvo lugar tras el derrocamiento de Isabel II, el 19 de octubre de 1868. Era la unidad monetaria en toda España, y pronto se cerraron todas las casas de la moneda existentes, para dejar sólo con vigencia la residente en Madrid. La primera moneda de peseta representaba la figura de una mujer, que alegóricamente era la tierra de Hispania, la cual sostenía en sus manos una rama de olivo, tenía a los pies Gibraltar y se apoyaba en los Pirineos. La peseta ha podido observar cómo cambiaba su cara según el régimen político o la dinastía monárquica vigente. De esta manera, se pueden encontrar desde monedas con la efigie de Alfonso XIII, hasta otras que muestran el rostro de Franco, o, las más recientes, con el perfil del actual monarca, Don Juan Carlos de Borbón. La divisa no ha tenido siempre el mismo valor. Desde 1959, cuando se adoptó el Plan de Estabilización, hasta 1999, año en el que España ingresa en la Unión Económica y Monetaria (UEM), ha sido devaluada nueve veces. La peseta ha sido bautizada, por el uso y por el cariño, con multitud de motes afectivos. La pela, la rubia... pero también el duro, la perra gorda, la perra chica, el talego, la chapa... son expresiones que han ayudado a referirse al poco o mucho "capital" que se manejaba. Ahora se guardarán los ahorros en pesetas en un lugar del recuerdo reservado a la nostalgia. Pero las pesetas no servirán únicamente para ponerse melancólicos. A partir de enero del 2002 se podrán cambiar las pesetas por euros, el Banco de España ha calculado que la suma de la calderilla que no se cambie, reunirá la cantidad de 40.000 millones de pesetas. Varias ONG ya lo han reclamado para fines solidarios; por ello, se colocarán unas cajas en distintos comercios donde la gente podrá depositar sus últimas pesetas. El 19 de junio del 2001 se acuñaron las últimas pesetas. Se podrá pagar con ellas hasta el 1 de marzo del 2002. Es la despedida a una moneda que ha marcado una época en la Historia de España.