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CLONACIÓN

El Vaticano y la Casa Blanca se oponen a la clonación

Por Aarón AbadTiempo de lectura1 min
Sociedad26-11-2001

Desde que la ingeniería genética logró clonar por primera vez una oveja se sabía que este momento llegaría. La clonación de seres humanos puede también resultar peligrosa. En esta tesitura se encuentran ahora los líderes mundiales, ante la ausencia de una legislación clara acerca de esta clase de experimentos y la rápida evolución de la ciencia.

Por ahora, lo único que se está planteando es la clonación de embriones humanos para extraer sus células madre y a partir de ellas desarrollar tejidos y órganos que podrían ser transplantados sin peligro de rechazo. Hay quien considera que esto es crear una vida humana para después destruirla y otros que no creen que un preembrión sea vida humana. El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, se opone "al cien por cien" a la clonación humana. En la Cámara de los Representantes apoyó una ley que prohíbe cualquier experimento de clonación humana, que está a la espera de ser debatida en el Senado. El Vaticano ha reiterado su inflexible postura en contra de la clonación de seres humanos, pero el secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, monseñor Bertone, matizó que "aún son necesarias una serie de verificaciones científicas" para determinar si lo que ha hecho la compañía estadounidense "puede ser definido como una verdadera clonación humana". Entre las filas del Partido Popular también hay diferencia de opiniones, mientras la izquierda se muestra más inclinada a favor de la clonación terapéutica. La noticia de la clonación saltó a la opinión pública el pasado 25 de noviembre, cuando la empresa estadounidense Advanced Cell Tecnology hizo público que había clonado un embrión humano con fines terapéuticos el pasado 13 de octubre.