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TERRORISMO

Trece años de condena para los cinco miembros del ¬comando Dixán¬

Por Elena Gómez FernándezTiempo de lectura2 min
España09-02-2007

Con la captura de este grupo terrorista en Barcelona, el ex presidente del gobierno, José María Aznar, justificó la entrada de España en la guerra de Iraq, ya que en aquel momento se explicó que a los detenidos se les había incautado sustancias explosivas que podían haber sido utilizadas para cometer un atentado en España.

Después, se demostró que las sustancias incautadas eran materiales que iban a emplear para la impermeabilización de una piscina, y aunque el FBI dijo que esos componentes podían ser utilizados para fabricar napalm casero, los análisis parciales determinaron que el proceso de fabricación de esta sustancia era “ un proceso complejo no accesible a cualquiera y para el que se precisaba material de laboratorio y conocimientos de química”. Por eso, la Audiencia les absuelve de tenencia de explosivos y de conspiración para la realización de atentados. Sin embargo considera que Mohamed Tahraoui, Djamel Boudjelthia, Larbi Ben Ahmed Allag, Ali Kaouka, Souhil Kaouka y Mohamed Amine Benaboura, más conocido como Zacarías, formaban la célula terrorista de inspiración salafista con la intención de “la difusión del ideario extremista islámico, el proselitismo y captación de seguidores entre la población musulmana en España, la creación de domicilios que sirviesen de refugio a los miembros combatientes perseguidos en otros países al tiempo que de escondite y depósito de material electrónico, informático, bacteriológico o químico, en su caso”. De esta forma estaban preparados para perpetrar cualquier atentado en cualquier momento o para ayudar a compañeros presos, para conseguir documentación falsa para colaborar con cualquier miembro del radicalismo islámico. De hecho, adquirieron dos emisoras de radio de largo alcance destinadas a terroristas detenidos en Francia, ocultaron en sus domicilios a terroristas fugados de otros países y disponían de numerosa documentación falsa, así como herramientas e instrumentos como un teléfono con dos perforaciones , similar a uno utilizado como temporizador en los atentados del 11-M. Por todo ello, aunque el sexto acusado, Mohamed Nevar, ha salido absuelto, la Audiencia condenó a los otros cinco a diez años de prisión por integración en grupo terrorista y a tres años más por falsificación de documentos.