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ORIENTE PRÓXIMO

Estados Unidos permanece a la espera de un mejor contexto regional

Por Salva Martínez MásTiempo de lectura3 min
Internacional21-01-2007

La secretaria de Estado de EE.UU., Condoleezza Rice, actualizó las relaciones con los aliados estadounidenses del Medio y Próximo Oriente durante la semana pasada. Sin tener en cuenta las recomendaciones del conocido como Informe Baker, que aconsejaba en diciembre la negociación con Irán y Siria, Rice se entrevistó con los “moderados” de la región y dio la espalda, una vez más, a los “extremistas”.

La jefa de la diplomacia estadounidense, Condoleezza Rice, se acercó a los corresponsales diplomáticos que viajaron con ella a la región. “No se es un diplomático con éxito si uno no entiende el contexto estratégico en el cual uno está negociando”, les dijo. Ahora “no se trata de negociar”, aclaró Rice en una clara alusión a Irán y a Siria, los dos países que la Casa Blanca responsabiliza del caos en Iraq. Al escuchar esto, muchos reporteros debieron preguntarse, como lo hacía Michele Kelemen, de la National Public Radio estadounidese, “¿En qué consiste este viaje, si estamos esperando el contexto adecuado?”. La gira diplomática consistió, básicamente, en el recibimiento oficial del apoyo de los estados árabes aliados de EE.UU. a la nueva estrategia estadounidense en Iraq además de la nueva promoción de la negociación entre israelíes y palestinos. El martes pasado, el día en que Rice se entrevistó con los nueve Estados árabes del Consejo de Cooperación del Golfo, el jeque Mohammed Sabah Al Salem Al Sabah, ministro de Asuntos Exteriores kuwaití, dijo que los nueve homólogos de la región que se dieron cita con la representante de EE.UU. en la Ciudad de Kuwait lo hicieron para “prevenir que Iraq entre en una guerra civil”. Por su parte, el jefe de la diplomacia saudí, el príncipe Saud Al Faisal, expresó de forma más convincente su apoyo a la estrategia de EE.UU. en un país que, liberado de su dictador hace tres años y diez meses, ha quedado sometido a la inseguridad inherente a la ocupación militar. “Estamos completamente de acuerdo con los objetivos de la nueva estrategia”, dijo el príncipe saudí. La “bendición” que han dado los aliados de la Casa Blanca tiene lugar en un contexto en el que, tras la caída de los mayores enemigos del régimen chií de Irán en la región -a saber, el Iraq de Sadam Husein y el Afganistán de los Talibán- el Golfo que separa a árabes de persas merece más que nunca la apelación iraní de “Golfo persa” en lugar de la del “Golfo arábigo” que prefieren algunos países de la península arábiga. Mayoritariamente suníes, los países aliados de EE.UU. en el Próximo y Medio Oriente recelan de la creciente influencia regional de Irán. Hasta el punto que están en boga análisis como el que hacía la semana pasada el egipcio Emad Gad, experto en Relaciones Internacionales del Centro de Estudios Políticos y Estratégicos Al Ahram de El Cairo. “La realidad es que nos acercamos hacia un conflicto abierto en la región entre suníes y chiíes”, mantiene Gad. EE.UU. dice apoyar las fuerzas políticas moderadas de la región y muestra toda su aversión hacia los regímenes “violentos y extremistas” como el de Irán y el de Siria. Sin embargo, paradójicamente, los dirigentes que la Casa Blanca apoya en Iraq son tan chiíes como los que tacha de amenazas para la región cuando representan a las instituciones iraníes. Rice plantea nuevas propuestas para israelíes y palestinos En lo que al conflicto israelo-palestino respecta, el apoyo estadounidense resulta menos rocambolesco. Rice se reunió hace dos fines de semana con ambas partes. En sus respectivas reuniones, con el presidente palestino, Mahmud Abbas, y el primer ministro israelí, Ehud Olmert, la secretaria de Estado estadounidense prometió un nuevo “horizonte político”. Tras esta fórmula retórica se esconde la nula participación del partido gubernamental palestino, Hamas, en cualquier salida al impasse que atraviesa el conflicto y la posibilidad de que se celebre en breve una cumbre a tres bandas que reúna informalmente a Rice con Abbas y Olmert. En la última etapa de su gira, la secretaria de Estado pasó por Berlín y Londres prometiendo al Cuarteto -el grupo internacional que trabaja por la paz entre israelíes y palestinos que incluye a la UE- que volverá a jugar un papel importante para la resolución del conflicto israelo-palestino. “He hecho una invitación a los miembros del Cuarteto para que se citen en Washington”, declaró Rice en la capital alemana.