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REINO UNIDO

Alarma en Londres por la extensión del Polonio tras la muerte de Litvinenko

Por Berta Pardal. LONDRESTiempo de lectura2 min
Internacional03-12-2006

La investigación relacionada con la muerte la pasada semana del exagente de la KGB, Alexander Litvinenko, por envenenamiento con Polonio 210 (una sustancia radioactiva) ha encontrado restos de este material en varios aviones que cubrían recorridos entre Londres y la Europa continental y en 12 lugares de la capital británica. Pese a todo, las autoridades afirman que el riesgo de contagio es muy bajo.

Los dos aviones de British Airways en los que fueron hallados restos de sustancias radiactivas cubrían la ruta entre Londres y Moscú. Este hecho, sumado a la muerte de Litvinenko en la ciudad la pasada semana, señalan a Rusia como posible responsable en el asunto. Un tercer avión está siendo testado en Moscú y los investigadores hallaron residuos radiactivos de polonio 210 en otros 12 lugares de Londres, lo que ha hecho saltar la alarma pública en todo el territorio británico desde la pasada semana. Entre los sitios en los que se detectaron restos de la sustancia radiactiva figuran la casa de Alexander Litvinenko, un restaurante, un hotel que el ex espía visitó el día en que enfermó y dos oficinas de Londres. El ex espía ruso dictó una nota antes de su muerte. En el escrito señala al presidente de Rusia, Vladímir Putin, como responsable de su muerte, aunque éste replicó asegurando que el caso es utilizado para una “provocación política”. Las pistas y las investigaciones no son precisas. El ministro británico del Interior, John Reid, comunicaba el pasado jueves que son cinco los aviones en los que se sospecha que hay huellas de material radiactivo, término que no se ha podido confirmar. British Airways informó de que cerca de 800 personas subieron a estos aparatos entre el 25 de octubre y el 3 de noviembre, pero el riesgo de contaminación es muy débil. Sin embargo, hasta 33.000 pasajeros y 3.000 miembros de la tripulación habrían pasado por estos tres aviones en otros 221 vuelos, que atravesaron Europa de una punta a otra y tendrán que ser revisados. La prensa británica señala también que Scotland Yard ha centrado su interés en un vuelo de la compañía británica realizado el 25 de octubre pasado de Moscú a Londres, ya que consideran posible que el veneno radiactivo entrase de contrabando ese día en Gran Bretaña. La ministra británica de Exteriores, Margaret Beckett, habló durante el fin de semana con su homólogo ruso, Serguei Lavrov. El ministro le ofreció garantías de que Moscú cooperará en la investigación de la muerte del ex espía ruso Litvinenko. Más allá de la colaboración, el Gobierno británico intenta tratar el asunto con tacto para evitar tensiones diplomáticas con Rusia, cuyos recursos energéticos (gas y petróleo) son de gran interés para Reino Unido.