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IRAQ

Bush visita fugazmente Bagdad para reunirse con Al Maliki

Fotografía
Por Luis Miguel L. FarracesTiempo de lectura3 min
Internacional18-06-2006

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, visitó la pasada semana Bagdad bajo el más estricto de los secretos. Su objetivo era el de reunirse con el primer ministro, Nuri Al Maliki para intercambiar opiniones acerca de las estrategias a tomar de cara a la situación abierta tras la muerte del líder de Al Qaeda en el país árabe, Abu Mussab Al Zarqaui y sobre los avances democráticos, eternamente demorados en Iraq.

La que fue la segunda visita oficial de Bush a la capital iraquí desde la invasión del país árabe en 2003 se realizó bajo el más escrupuloso de los secretos. El propio primer ministro iraquí, Nuri Al Maliki, supo de la visita del presidente norteamericano tan sólo unos minutos antes de su llegada al aeropuerto de Bagdad. Ni siquiera el Gabinete de Bush, congregado en Camp David, tenía constancia del viaje de su presidente, el cual se excusó de una reunión con sus hombres de confianza para supuestamente irse a la cama. Pero, lejos de ser así, lo que hizo en realidad Bush fue coger un helicóptero desde Camp David hasta la localidad de Andrews, donde le esperaba el halcón más famoso de Estados Unidos, el Air Force One para dirigirse a Bagdad. En su viaje, sólo pudieron acompañarle 14 periodistas de pool congregados por el presidente en Andrews sin detallar los motivos. Una vez en la capital iraquí, Bush llegó en helicóptero hasta la Embajada norteamericana donde ya le esperaba Al Maliki. Allí ambos mandatarios mantuvieron una reunión por videoconferencia con miembros del Gabinete de Defensa de Estados Unidos en la que se habló del status quo generado en Iraq por la muerte del líder de Al Qaeda en el país, Al Zarqaui, hace apenas unas semanas. Durante las menos de seis horas que Bush pasó en Bagdad, el presidente se reunió además con el comandante de las fuerzas estadounidenses en Iraq, George Casey y pronunció un discurso ante casi un millar de soldados y personal diplomático estadounidense. Valoraciones El presidente estadounidense declaró a la vuelta de su viaje que los motivos que le habían llevado a Bagdad eran los de comprobar que Al Maliki era un hombre capaz de liderar a su país hacia la estabilidad así cómo demostrar que Estados Unidos cumple sus promesas, en alusión al respaldo anunciado por la Casa Blanca al nuevo primer ministro iraquí. Pero además de las razones dadas por Bush, resulta demasiado casual que su segunda visita al país árabe desde la guerra de 2003, año en que visitó a sus soldados el día de acción de gracias, se haya producido tan sólo una semana después de la muerte del líder terrorista Al Zaraqui en una incursión aérea estadounidense tildada de rotundo éxito desde Washington. Y es que es posible que Bush, conocedor de su bajón de popularidad por el estancamiento de la situación de caos y violencia en Iraq, entre otros aspectos, haya aprovechado el “exitoso” asesinato de Al Zarqaui para vender a sus votantes una victoria parcial en el país árabe. Por otro lado, Bush calificó a Maiki de “hombre callado pero confiado y firme” y reconoció que durante la reunión mantenida con el premier iraquí se habló acerca de energía y seguridad en el país. Asimismo, el presidente afirmó que en sus manos está la labor de “alcanzar progresos para que los iraquíes puedan creer que un Gobierno de unidad puede marcar una diferencia en sus vidas.” Por último, Bush dijo haber hablado con el ministro de petróleo iraquí, Husain al Sahristani, acerca de que la explotación de los campos de petróleo iraquíes sea llevada a cabo a través de inversiones privadas.