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INTERNACIONAL

Catorce países europeos, implicados en los vuelos de la CIA

Por Claire AmbrósTiempo de lectura2 min
Internacional11-06-2006

El investigador suizo encargado por el Consejo de Europa, Dick Marty, redactó un informe sobre los vuelos secretos de la CIA y sus traslados de presuntos terroristas. La pasada semana salieron a la luz los 14 países europeos implicados en el caso, entre los que se encuentra España. La mayoría de estos países niegan la complicidad que implica el texto, y por consiguiente la existencia de prisiones secretas en sus territorios.

El Parlamento Europeo encargó, tras el estallido de la polémica suscitada por los vuelos secretos y los posibles traslados de terroristas en territorio europeo, al suizo Dick Marty una investigación de fondo para esclarecer la implicación de los países de la Unión Europea en el caso. Una indagación que ha sido finalmente de siete meses de duración y que ha llegado a la conclusión de que 14 naciones europeas estaban involucradas de una u otra manera en la trama. Según Dick, los gobiernos de éstos 15 países permitieron bien activamente, mediante las conversaciones con dirigentes de la CIA, o bien por pasiva, debido a la dejadez de los mismos para conocer lo que transportaban los aviones, que se realizaran los vuelos ilegales, facilitando así el encarcelamiento de presuntos terroristas sin juicio alguno. El informe es el texto más exhaustivo que se conoce hasta ahora sobre el tema. Los puntos importantes y las argumentaciones principales son, ante todo, que por primera vez se vincula los vuelos que se efectuaron en concreto por la CIA con los nombres y apellidos de algunos de los secuestrados. Existen, según la indagación, 17 casos de victimas de entregas extraordinarias. Marty explicó ante los países acusados que debido a los pocos medios de los que disponía y a la complejidad del caso, no fue capaz “de presentar una visión completa de los diferentes aspectos de lo que ocurrió.” Sin embargo, consiguió aclarar el hecho de que sus fuentes son fiables y nombró las de más peso. Sus informaciones provienen directamente de las victimas, de algunos gobiernos y parlamentos nacionales, pero también de servicios de espionaje implicados, como el de Estados Unidos, documentos sobre los vuelos que aporto Eurocontrol y autoridades aeroportuarias, y se apoyó por último sobre investigaciones periodísticas, como las de The Washington Post, y de ONG, como las hicieron Human Rights Watch. La difusión del informe provocó reacciones de rechazo general de los estados implicados en esta cuestión. Reino Unido, Suecia, Italia, Bosnia-Herzegovina, Macedonia, Alemania y Turquía jugaron un papel importante “con distintos grados de responsabilidad” en el programa de dichas “entregas”. El resto: Rumania, Portugal, Grecia, Polonia, Irlanda, Chipre y España tuvieron una actividad “activa o pasiva” en la complicidad con EE.UU., término que se vera aclarado más adelante. Todos los países fueron lugares de “escala” en los vuelos para las transferencias de presuntos terroristas y el informe señala a Suecia, Macedonia y Bosnia como los “puntos de embarque puntual”. Alemania, Chipre y Turquía aparecen como “plataformas” de la telaraña de la CIA para los vuelos en Europa. A estos tres se suma España como cuarto implicado, dada la consideración que el aeropuerto español de Palma de Mallorca tiene en el informe, donde se le considera “plataforma bisagra” de toda la red.