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INMIGRACIÓN

Pateras en las terminales de los aeropuertos españoles

Por Aitor Rodriguez SagarduyTiempo de lectura2 min
Sociedad20-05-2006

Pensar en inmigración es imaginarse una noche oscura y una embarcación que simula la mitad de una cáscara de cacahuete en la que van cerca de cien personas, aunque en circunstancias normales no entrarían ni 50. En España, pensar en inmigración es imaginar la escena en Canarias o en Andalucía, donde a estos aventureros les esperan la policia y la Cruz Roja.

Pues bien, las pateras no solo llegan a esas playas de arena fina, también llegan hasta grandes ciudades como Madrid o Barcelona, y lo hacen también a través de sus aeropuertos internacionales. El portavoz en materia de inmigración de la Confederación Española de Policía, Rodrigo Gavilán, denuncia esta situación de desamparo en la que se encuentra su colectivo, y califica de insuficiente las acciones del Gobierno en materia de inmigración: "La realidad es que los inmigrantes en menos de cuarenta días están circulando por Madrid, porque como no se les puede expulsar, cuando se va a pasar el plazo de cuarenta días en el centro de internamiento de extranjeros, y para que no queden unas cifras superiores a los 10.000 subsaharianos al año vagabundeando por Canarias, se trasladan a la Península Ibérica y quedan en libertad". Los vuelos se gestionan desde Canarias hacia aeropuertos peninsulares, manteniendo un flujo constante y con un número de inmigrantes muy rebajado para no suscitar demasiado revuelo. El problema surge cuando las autoridades ya no se puede hacer cargo de ellos, que con un bocadillo, y en ocasiones, con algo de dinero, son "invitados" a buscarse la vida en las nuevas ciudades. Según el Ministerio de Interior, la inmigración irregular a través de pateras registró en 2005 las cifras más bajas de los últimos seis años, y en concreto en lo que se refiere al aeropuerto madrileño de Barajas, el rechazo a este tipo de inmigración aumentó en un 40,16 por ciento: 9.157 rechazos en frontera en el año 2005 por 6.533 en el 2004, con una incidencia en el total nacional de retornos del 60 por ciento. A estos índices de intercepción, le sigue el aeropuerto del Prat en Barcelona, que presenta una evolución al alza del 28 por ciento. Estos datos se han logrado gracias a los refuerzos y la eficacia policial, permitieron aumentar en 2005 un 35,3 por ciento los rechazos de inmigrantes en los puestos puertos y aeropuertos.