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REINO UNIDO

Los informes del 7-J revelan que los atentados no podían ser evitados

Por Claire AmbrósTiempo de lectura2 min
Internacional14-05-2006

Dos informes acerca de las características de los atentados de Londres del 7 de julio de 2005 fueron publicados la pasada semana. En ellos, la Comisión de Inteligencia y Seguridad y el Ministerio del Interior británico afirmaron que los Servicios de Inteligencia británicos nada pudieron hacer para evitar los ataques.

Las cuatro bombas que explotaron en tres vagones de metro y un autobús de Londres el pasado 7 de julio de 2005 causaron 56 muertos y aproximadamente 700 heridos. El pasado jueves 11 de mayo de 2006, diez meses después de aquellos atentados, la Comisión de Inteligencia y Seguridad (ISC) publicó un informe que absuelve a los Servicios Secretos interiores británicos (MI5) de cualquier responsabilidad ligada a una hipotética falta de previsión. Por su parte, el Ministerio de Interior también está redactando un texto para evaluar los pasos llevados a cabo por los cuatro kamikazes La Comisión, formada por ocho diputados y un miembro de los Lores, llegó a la conclusión de que no hubo medios suficientes para que los servicios secretos pudieran haber evitado la masacre. Los miembros de la investigación oficial juzgaron que las decisiones del MI5 fueron buenas, escudándose en la tesis de que en aquellos momentos 800 personas residentes en Reino Unido hubieran podido ser terroristas suicidas. Según el informe, si los servicios secretos hubieran decidido seguirles habrían sido necesarios 15 oficiales para cada uno de los sospechosos. Una tarea imposible de realizar teniendo en consideración los escasos recursos disponibles. De todos modos este último informe de 44 páginas también asegura que si los servicios de seguridad hubieran tomado otras decisiones como prioritarias entre 2003 y 2005, “las posibilidades de evitar los atentados habrían aumentado”. Sin embargo, el Comité Común de la Inteligencia del gobierno (JIC) tuvo en cuenta las informaciones que poseían, unos meses antes del 7-J, sobre dos de los presuntos terroristas. El cerebro de los atentados, Sidique Khan, y su número dos, Shezhad Tanweer, habían sido considerados repetidamente por el MI5 como “figuras sospechosas” en otras investigaciones. Pero las investigaciones no desvelaban en esos momentos un riesgo inminente. El ministro del Interior, John Reid, declaró también la pasada semana que el diseño de los atentados londinenses hubiera podido ser planeado después de que Khan y Tanweer viajasen a Pakistán, unos meses antes. La hipótesis de estar en contacto con personas del grupo terrorista Al Qaeda se descartó después de las investigaciones llevadas a cabo por el MI5. Según Reid, las bombas eran fabricadas con materiales fáciles de conseguir y su elaboración requería poca experiencia. Según un estudio del Home Office los atentados de Londres costaron menos de 10.000 libras. Además, el informe ministerial explica que es posible que la radicalización de los cuatro suicidas se debiera en parte a la participación de Reino Unido en la Guerra de Irak. Ahora, la posibilidad de ataques terroristas en Reino Unido se toma muy en serio, y desde entonces cinco ataques han sido evitados por los Servicios de Seguridad. Pese a todo, las familias de las victimas expresaron su decepción frente al contenido de los informes publicados el jueves debido a la falta de responsabilidad de cualquier organización gubernamental, y exigieron una investigación de orden público.