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SALUD

Recupera su propio corazón, tras diez años con un transplante

Por Alejandra Linares-RivasTiempo de lectura2 min
Sociedad14-04-2006

Vivió durante una década con dos corazones. Casi toda su vida. A los dos años a Hannah Clark le detectaron una complicación que alteraba la funcionalidad de este órgano vital. Por eso decidieron hacerle un trasplante pero, en contra de lo habitual, dejaron su verdadero corazón dentro del cuerpo, descansando.

Hace unos meses los médicos descubrieron durante un chequeo médico rutinario que el cuerpo de esta niña inglesa empezaba a rechazar el corazón trasplantado y su sistema inmunológico estaba deteriorándose a causa de las drogas para evitar dicho rechazo. Era necesario tomar medidas y, a través de unos análisis, se detectó que el viejo corazón de Hannah "funcionaba bastante bien". El especialista que asesoró la operación es el mismo que se encargó del trasplante de Hannah en 1996, Sir Magdi Yacoub. Tal y como él exponía, "había una posibilidad remota de que su corazón volviera a funcionar, así que se intentó y ha funcionado". El caso de esta niña confirma la teoría de algunos cardiólogos de que, si un corazón que está fallando descansa, puede llegar a recuperarse. Y al parecer de Yacoub, "eso es exactamente lo que ocurrió". Esta historia con final feliz comenzó cuando, a los dos años el corazón de la niña se vio aquejado por una cardiomiopatía, una afección que provoca una inflamación del músculo cardíaco. El órgano que se le trasplantó funcionó como ayuda a su propio corazón porque, realmente, nunca dejó de funcionar: bombeaba junto con el nuevo, aunque éste era el que hacía la mayor parte del trabajo. Esto es propio del trasplante heterotópico, en que algunas válvulas conectan entre sí los dos órganos. Este tipo de operación se suele practicar en caso de que haya una presión pulmonar muy alta o si el corazón del donante tiene un tamaño menor que el precisado por el receptor. No obstante para situaciones de este tipo se emplearían corazones artificiales. La niña, que también padeció recientemente un cáncer linfático del que se curó, está casi completamente recuperada. Su operación, realizada el 20 de febrero, salió mejor de lo esperado ya que se completó en cuatro horas, la mitad de lo calculado en un principio. Ahora, la única preocupación de los especialistas es que, como se trata de un caso tan inusitado, desconocen su pronóstico a largo plazo.