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SEPARACIÓN PODERES

Hernando pone en entredicho la independencia entre política y Justicia

Por Mía MartínezTiempo de lectura2 min
España10-03-2006

La separación de poderes es uno de los principios de toda democracia asentada y respetada. Por eso es curioso -y, en cierto sentido, peligroso- que el Congreso de los Diputados y el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) se encuentren en uno de sus momentos más complicados.

Las relaciones entre ambas instituciones se han visto deterioradas desde que el presidente del órgano de gobierno de los jueces y del Tribunal Supremo, Francisco Hernando, fuera citado por la Cámara Baja para informar sobre la aplicación la ley en el cumplimiento de penas por delitos de terrorismo. Esta compleja decisión fue tomada después de que el Grupo Parlamentario Socialista pidiera dicha comparecencia. Sin embargo, Hernando ha decidido no acudir a la llamada, lo que supone un desplante a los diputados desconocido hasta la fecha. Además, la nueva cita de Hernando, prevista para esta semana, tampoco ha servido para relajar los ánimos. El pasado 3 de marzo, Hernando explicó al presidente del Congreso, Manuel Marín, los motivos de su negativa a la comparecencia ante la Comisión de Justicia. Sin embargo la Mesa del Congreso mantuvo la citación alegando que su único objetivo era el de conocer el funcionamiento de las instituciones, sobre todo en la actitud relacionada con los delitos de terrorismo. Hernando contestó entonces que la imposibilidad de acudir a la cita se mantenía vigente, ya que, según explicó, le pedían información que no podía tratar “sin hacer valoraciones que le están vedadas”. De este modo, Hernando apuntó que su decisión se debe a su “deber constitucional de defensa de la independencia judicial” y también a su deber de preservar su propia “imparcialidad” como presidente de la Sala del 61 del Tribunal Supremo. Del mismo modo, Hernando recordó que no existe cauce alguno en el ordenamiento jurídico que le obligue a acudir a la comparecencia, a excepción de presentar la memoria anual del CGPJ, así el responsable del Supremo habló de las comparecencias parlamentarias explicando que su fin es la incursión del poder Judicial en el ámbito político y la complicación, por tanto, de una independencia que debería estar garantizada. La idea común a la que han llegado los partidos políticos, a excepción del PSOE, es la de la existencia de un conflicto real. De hecho, ya comentaron durante la pasada semana que el conflicto entre los poderes Legislativo y Judicial es evidente. Sin embargo, ningún partido ha sabido exponer las causas. El Partido Popular acusó al partido del Gobierno de tratar de ejercer un control sobre el presidente del Supremo que, según apuntaron, “está rompiendo la división de poderes y la independencia judicial”. Otros grupos como Convergencia i Unió (CiU), Izquierda Unida (IU) y el Partido Nacionalista Vasco (PNV) responsabilizaron a Hernando por su decisión porque consideran que su comportamiento no contribuye a mejorar la situación, sino a todo lo contrario. Por su parte, el PSOE acusó al presidente del Consejo de estar bajo la mano del PP, ya que los socialistas trataban, con esta comparecencia, de demostrar que el Gobierno no está relacionado con la excarcelación de presos de ETA.