Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

ORIENTE PRÓXIMO

La diplomacia rusa pide a Hamas que se convierta en un partido político

Por Salva Martínez MásTiempo de lectura2 min
Internacional05-03-2006

La delegación de Hamas que viajó a Moscú la semana pasada expuso en pleno escenario internacional el ideario de la resistencia islámica palestina. Mientras, Israel considera que la visita de Hamas “daña” la voluntad internacional de aislar a la organización palestina.

El momento culminante de la visita de la delegación de Hamas a Rusia fue el encuentro del pasado viernes con el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov. La diplomacia rusa aprovecha la voluntad occidental de aislar a Hamas para jugar un rol importante en la región del Oriente Próximo. No obstante, las exigencias rusas son las mismas que las de la Comunidad Internacional. La primera y la más importante, que Hamas “se transforme en un partido político”, según sugirió Lavrov. Sin embargo, la delegación de Hamas, encabezada por Khaled Mechaal, el jefe del buró político de la organización, se mostró poco interesada en las sugerencias de Lavrov porque, de facto aunque no de iure, Hamas es un partido político. Como tal, aprovechó su paso por Moscú para exponer en boca de Mechaal, las condiciones que pone Hamas a Israel para que se haga oficial una mayor moderación en la organización palestina. Las exigencias son: el abandono de los territorios ocupados por Israel en 1967, que el Estado israelí permita el retorno de los cuatro millones de palestinos de la diáspora, que libere los presos palestinos y, por último, que destruya la barrera de seguridad, lo que los palestinos llaman el “muro del apartheid”. Este discurso responde a las tres condiciones que ponía a Hamas hace un mes el Cuarteto, el grupo de trabajo por la paz en Oriente Próximo que forman la ONU, EE.UU, la UE y Rusia. Los requisitos exigidos al movimiento de resistencia islámica son, a menos que éste quiera verse aislado de toda ayuda financiera internacional, desarmar las Brigadas Al Qassam -brazo armado de Hamas-, reconocer a Israel y las instituciones creadas a partir de los acuerdos firmados anteriormente entre palestinos e israelíes. “Es esencial tener relaciones con la Comunidad Internacional. Para nosotros la visita a Moscú es el comienzo de estos contactos”, decía el fin de semana pasado Mechaal. Tanto es así que gracias a la presencia de la delegación palestina en Moscú, el discurso de Hamas se hace, un poco más, el de un partenaire político en la región. Pero Israel, Estados Unidos y la UE no lo reconocerán como tal hasta que Hamas no cumpla con las condiciones del Cuarteto. Para cerrar filas en torno a la posición del grupo internacional de trabajo por la paz en la región, la ministra de Exteriores israelí, Tzipi Livni, se dejó ver la semana pasada en París y Londres. De sus afirmaciones, resultan inquietantes las declaraciones que hizo al diario francés Le Figaro: “Comprendo que reconforte pensar que pueda existir del lado palestino alguien con quien hablar” pero “Mahmud Abbas no tiene el poder”. La confirmación de Hamas como representante del futuro ejecutivo palestino en el ámbito internacional lleva a Israel, según parece decir Livni, a no reconocer tampoco al presidente palestino, Mahmud Abbas.