TOROS

Enrique Ponce reconquista México con un triunfo apoteósico

Por Almudena Hernández2 min

Espectáculos06-11-2005

Después de 13 años de alternativa y una treintena de paseíllos en la plaza más importante de América, Enrique Ponce ha alcanzado el apoteosis en este continente. Ha sido en la primera corrida de la temporada de la Monumental Plaza México, que se celebró el pasado 6 de noviembre. Se lidiaron toros de Fernando de la Mora. Le acompañaron en el cartel Eulalio López Zotoluco y Fermín Rivera, que recibió la alternativa.

Llegan desde México ecos de una tarde para el recuerdo. Con especial añoranza la guardará para sí quien la protagonizó, Enrique Ponce. El torero de Chiva (Valencia) cortó cuatro orejas y un rabo a un lote de Fernando de la Mora, que no brilló precisamente por sus facilidades para el torero, sino que destacó por su falta de recorrido. A pesar de la condición de sus oponentes y a pesar de que Enrique Ponce ha tenido tardes memorables en la Plaza México, la del pasado 6 de noviembre, según el marcador de trofeos, fue la de su mayor éxito en dicho coso. Quizás se debió a la entrega que mostró en todo momento el público, que llenó las más de cuarenta mil localidades del aforo de la plaza de México D. F. y ovacionó la labor del valenciano repetidamente. Ponce ejecutó dos completas faenas que, no como ocurriera en anteriores actuaciones en la México, remató con la espada. Los momentos más brillantes de la tarde llegaron durante lidia de su segundo toro, al que dio tiempo y sitio y con el que construyó una pensadísima faena, propia de un torero de la magnitud de Ponce. Precisamente a ese segundo toro le cortó el rabo, después de la insistencia del respetable para convencer a la presidencia. El astado se llamaba Protagonista y estaba marcado con el número 86. Con este rabo, ya son 118 los que se han cortado en los 60 años de historia de la Monumental Plaza México. Trofeos y apéndices aparte, la tarde del 6 de noviembre también fue una fecha destacada en la trayectoria de otro de los toreros que hicieron el paseíllo con Ponce. Ese día tomó la alternativa Fermín Rivera, que anduvo firme ante sus toros, pero que marró con la espada tanto que llegó a escuchar los tres avisos. Tampoco anduvo fino Eulalio López Zotoluco, que pudo cortar una oreja, trofeo que también malogró con la tizona.