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FRANCIA

Nueve militantes salafistas planeaban atentados en París

Por Salva Martínez MásTiempo de lectura2 min
Internacional02-10-2005

“Son sospechosos de haber tenido la voluntad de cometer atentados en Francia”. Así explicaba una fuente cercana a la investigación que un grupo de terroristas islamistas relacionados con el Grupo Salafista por la Liberación y el Combate (GSPC) planeaban atentados contra el Metro de la capital francesa y contra un aeropuerto de París.

Conocido en Francia por su acrónimo, el GSPC es una organización islamista radical argelina que, según dicen los expertos en materia antiterrorista, ha tomado el relevo del Grupo Islámico Armado (GIA). Este último protagonizó la serie de atentados contra Francia que comenzaron en mayo de 1995, cuando hizo explotar una bomba en la estación parisiense de Saint-Michel en la red de trenes regionales, matando a ocho personas y causando heridas a otras 117. Precisamente Safé Bouraga, uno de los nueve arrestados del lunes pasado, ya ha cumplido una condena de diez años de cárcel por haber ayudado a que se cometieran ataques como el de la estación de Saint-Michel. Ahora la Justicia antiterrorista francesa, personificada en el juez de instrucción Jean Louis Bruguière, acusa a Bouraga y a los otros ocho detenidos de “haber tenido la voluntad de cometer atentados en Francia” y ser responsables de “un movimiento de conspiración”. Los primeros resultados de las pesquisas policiales indican que los detenidos en Trappes, en la región de París, y en Evreux, en Normadia, pretendían atacar el Metro de la capital francesa, la Dirección de Vigilancia del Territorio, situada en el centro de París, así como el aeropuerto de Orly. Unos planes que justifican lo expresado por el ministro del Interior francés, Nicolás Sarkozy. Para él, en una escala del uno al cinco que califique la amenaza terrorista a la que está sometida Francia, la República Francesa se encuentra “más en el cuatro que en el tres”. El arresto de la ya considerada célula islamista por la proximidad “a la órbita de Al Qaeda” constatada por los servicios de inteligencia tiene lugar a falta de poco más de 15 días para que la Asamblea francesa se pronuncie sobre un nuevo proyecto de ley antiterrorista. El texto estimulará el uso de la vigilancia con cámaras de vídeo en el espacio público y facilitará a la Policía francesa el acceso a los mensajes grabados del teléfono móvil y de los de correos electrónicos. Mientras tanto, especialistas en la materia, como el presidente del Instituto francés de Análisis Estratégicos, François Géné, dejan claros los límites de estas políticas antiterroristas. “Nuestro nivel de respuesta no será eficaz, si los demás países no toman medidas en un marco que esté por encima de las fronteras nacionales”.