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CATÁSTROFE METEOROLÓGICA

¬Katrina¬, la mayor tragedia natural de Estados Unidos

Fotografía Miles de personas han resultado heridas por el <i>Katrina</i>, entre ellas esta mujer

Miles de personas han resultado heridas por el Katrina, entre ellas esta mujer

Por Alfredo L. ZamoraTiempo de lectura1 min
Sociedad04-09-2005

"Aquello estaba putrefacto, sin agua, sin luz, sin alimentos, sin seguridad y con pandillas acampando a sus anchas. Hemos vivido algo increíble, ha sido toda una pesadilla", afirmó un superviviente español. Una gran sombra de destrucción, muerte y hambre que el huracán Katrina ha dejado a su paso por la costa del Golfo de México.

Katrina se ha convertido en uno de los peores desastres naturales en la historia de los Estados Unidos. Las zonas más afectadas fueron los estados de Misisipi, Luisiana y Alabama, donde la desolación ha dejado sin agua potable, sin víveres y sin electricidad a los supervivientes de la catástrofe. La zona más afectada ha sido la ciudad de Nueva Orleáns, urbe que ha quedado inundada y que ha sido declarada como zona de desastre federal, al igual que 234.000 kilómetros de a costa. Un millón de vecinos protagonizaron la mayor evacuación norteamericana desde la Guerra de Secesión antes de que llegara el huracán. Pero no todos abandonaron, en Nueva Orleans los vecinos se cobijaron en el estadio Superdome y en el Centro de Convenciones a esperar que Katrina pasase. Después, el panorama de desolación cubrió la ciudad. Decenas de miles de personas deshidratadas, hambrientas y enfermas, rodeadas de cadáveres y aún con el sonido de las explosiones en el recuerdo. El fuerte calor y el elevado número de cuerpos sin vida han hecho estallar los peores temores, la proliferación de epidemias y enfermedades pueden estar acechando la zona. Unas condiciones sanitarias deplorables a las que se unen las aguas anegadas contaminadas por productos químicos, la incapacidad para extinguir los incendios por la ausencia de presión en las bocas de agua, y la imposibilidad de acceder a determinadas zonas en las que permanecen miles de personas desesperadas y completamente aisladas. Según las estimaciones se prevé que la cifra de fallecidos, sólo en el sur de Luisiana, supere los 10.000 individuos, aunque aún las cifras de cadáveres identificados es mucho menor. Los hospitales están colapsados y los médicos forenses llevan a cabo las autopsias en la calle para aprovechar la única luz disponible, la del sol.