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IRAQ

La tragedia de Kazimiyá complica el conflicto constitucional

Por Álvaro LealTiempo de lectura2 min
Internacional04-09-2005

Suníes y chiíes llegaron a la gran mezquita de Um Al-Qura en Bagdad para rezar juntos y, con el fin de promover la reconciliación, convocaron una manifestación pacífica que finalmente no se llevó a cabo. Las manifestantes a favor y en contra de la constitución sí salieron a la calle.

Después de haber decretado el pasado miércoles tres días de duelo nacional, el Gobierno ordenó el jueves la entrega de una compensación de más de 2.000 dólares por cada víctima y la apertura de una investigación judicial. El gabinete del primer ministro, Ibrahim al Jafari, se enfrenta a fuertes críticas por la seguridad en el puente Al-Aimah, donde 965 peregrinos murieron y otros 815 resultaron heridos en la estampida provocada por el rumor de la presencia de kamikazes entre la multitud. Jafari dijo que se descubrieron tres coches-bomba que no llegaron a detonar y tres hombres con cinturones explosivos fueron arrestados. La tragedia se desató poco después de que tres proyectiles de mortero cayeran sobre una muchedumbre que peregrinaba a la mezquita del Imán Musa al Kadem, tercer santuario más sagrado para los chiíes en Iraq. Círculos cercanos al líder chíi Alí Sistani tienen claro que la tragedia de Kazimiyá en Bagdad puede hacer que determinados grupos radicales chiíes, como los seguidores de Muqtada al Sáder, declaren la guerra abierta a la comunidad suní. Este viernes dos mezquitas suníes de Basora fueron atacadas con saldo de un muerto y cuatro heridos. «Habríamos podido responder a los terroristas, pero no queremos ser arrastrados a un conflicto interconfesional», destacó el jeque Abdel Mehdi Kerbalai, representante de Sistani. El gabinete del primer ministro se enfrenta a fuertes críticas por la seguridad del puente. Miembros chiíes del Parlamento pidieron interrogar a los ministros de Interior y Defensa. Incluso el ministro de Salud, Abdel Muttaleb Mohamed Alí, allegado a la facción del jefe radical chiíta Moqtada Sadr, pidió la renuncia de sus dos colegas. Millares de musulmanes chiítas se congregaron en la ciudad de Basora para demostrar su respaldo a la nueva constitución iraquí y al gobierno de Bagdad. La manifestación, en la que participaron unos 5.000 residentes de esa ciudad, fue organizada por el Consejo Supremo de la Revolución Islámica en Iraq y por el partido chiíta Dawa. Por su parte, unos 2,000 suníes se congregaron en Tikrit el mismo día para instar a los miembros de ese grupo a votar en contra de la constitución en el referéndum convocado para el 15 de octubre. Los suníes consideran que su cláusula sobre federalismo conducirá a la desintegración del país. También en Ramadi, una ciudad sunita al oeste de Bagdad, varios centenares se manifestaron en contra de la constitución. Finalmente, la cadena árabe Al-Arabiya anunció que el proceso contra el ex dictador iraquí Saddam Hussein comenzará el 19 de octubre. Según la emisora, Saddam Hussein, quien está bajo custodia militar estadounidense desde diciembre de 2003, ya ha sido informado del inicio del juicio en su contra. Para posibilitar la condena a muerte del ex dictador se admitió este tipo de pena en la legislación del país y esta semana ha sido aplicada a tres reos. El presidente Yalal Talabani se negó a firmar la autorización pero su oficina delegó en uno de sus vicepresidentes.