Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

PATRIMONIO MUNDIAL

Los guerreros de Xian se deshacen

Por Roberto González GarcíaTiempo de lectura2 min
Cultura07-07-2005

El más grandioso ejército de la historia lleva 2000 años velando por el eterno descanso del emperador Qin Shi Huang, el primer soberano que unificó China.

Bajo su mandato, también se ordenó erigir la Gran Muralla. Pero si bien esta segunda obra ha tenido tiempo para acostumbrarse a los cambios climáticos y a la contaminación moderna (a lo que ha sido ayudada gracias a una continua labor de mantenimiento en algunas zonas), el Ejército fúnebre ha sufrido un shok al ser desenterrado. Xian fue capital imperial de China durante 13 dinastías, y allí se encuentra la tumba de ese primer Emperador. Junto al mausoleo, se distribuyen más de 7.000 guerreros de terracota, repartidos en tres fosas de entre cuatro y ocho metros de profundidad. La primera de ellas, descubierta por casualidad en 1974 por un granjero, tiene una superficie de 12.000 metros cuadrados y contiene 6.000 estatuas. Los soldados, que miden 1,80 metros, tienen características diferentes (bigote, pelo, rasgos fisonómicos) y estaban armados con lanzas, escudos y arcos reales. La segunda fosa, de unos 520 metros cuadrados, alberga 68 figuras de generales, por lo que se supone que representa al Estado Mayor del Ejército; mientras que en la tercera, con más de 1.000 piezas aún por restaurar, hay carros de combate, soldados de caballería e infantes. La mayoría de las 1.172 figuras que han sido desenterradas han perdido los ricos colores que decoraban sus rostros y el yeso que une sus piezas como consecuencia de la erosión. Así, muchos de estos soldados, elaborados sólo a base de arcilla modelada y endurecida al horno, han empezado a desmoronarse tras oxidarse y volverse grises. Ahora, un grupo de investigadores chinos y estadounidenses se han puesto manos a la obra para analizar los efectos de la contaminación sobre la terracota y poner freno a la destrucción paulatina de las figuras. "Las partículas de ácido que contiene el aire se están comiendo la superficie de los guerreros, dejando en su lugar una fina capa de polvo", explicó Cao Jing, miembro del equipo de investigación, que añadió que los principales ámbitos del estudio son la temperatura, la humedad, la radiación solar y los gases contaminantes que desprenden los vehículos y las minas de carbón enclavadas en los alrededores del yacimiento". EL conjunto de los guerreros de Xian es Patrimonio de la Humanidad desde que así lo decidió la UNESCO en 1987. Por eso Cao Jing afirma que "proteger a los guerreros de terracota es una obligación de todo el mundo porque este tesoro no sólo pertenece a China, sino al planeta entero". Mientras tanto, el reloj corre en su contra, porque no se puede aventurar cuánto tiempo durarán los guerreros ya desenterrados.