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UNIÓN EUROPEA

Rumania y Bulgaria firman el tratado para su entrada en la UE en 2007

Por Dania MullerTiempo de lectura1 min
Internacional01-05-2005

Rumania y Bulgaria ya han firmado en Luxemburgo los respectivos tratados de adhesión que les integrarán en la Unión Europea. Aunque hay una fecha fijada para su entrada, el 1 de enero de 2007, éstos deberán culminar su proceso de reformas políticas y económicas con vistas a un ingreso efectivo. Si no cumplen los requisitos, la entrada podría retrasarse hasta 2008.

La ceremonia tuvo lugar en Neumunster (Luxemburgo) y contó con la presencia del presidente de Rumania, Traian Basescu, y el de Bulgaria, Georgi Paranov. También estuvieron presentes representantes de los 25 estados miembros de la UE. Esta será la segunda fase de adhesión de países del este de Europa, después de que justamente hace un año se incorporasen Lituania, Estonia, Letonia, Polonia, Chequia, Eslovaquia, Hungría, Eslovenia, Malta y Chipre. El comisario responsable de ampliación, Ollie Rehn, aseguró a los eurodiputados que la Comisión “no dudará” en activar el dispositivo retardador si considera, a partir de su labor de seguimiento de las reformas de Rumania y Bulgaria, que no están preparadas para la adhesión. Ambos países ya han dado señales de reformas. En concreto, Bulgaria ha sido aplaudida por realizar "progresos constantes" pero aún debe trabajar para acabar con la creciente corrupción y la reforma del sistema judicial. Rumania, que cuenta con el Producto Interior Bruto (PIB) más bajo de la UE también debe luchar contra el crimen organizado y trabajar también la mejora del sistema judicial. El salario medio de un rumano asciende a 2.500 euros al año y considerando que en el país más pobre de la UE actual, Letonia, la cifra sube a 8.500 euros al año, la cifra es bastante significante. Probablemente esto cause que gran parte de las ayudas económicas de la Unión vayan dirigidas hacia estos dos países. El presidente del Consejo Europeo y primer ministro de Luxemburgo, Jean Claude Juncker, subrayó: "estamos en marcha, sí, pero nada es fácil, en este continente nada es fácil", y añadió que con esta ampliación se acabaron "las conciencias encarceladas y los sueños rotos y abortados”.