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PAÍS VASCO

Los simpatizantes de Batasuna consiguen 9 escaños en el Parlamento

Por Antinio Pérez VicenteTiempo de lectura1 min
España17-04-2005

De cero a nueve en apenas unos días. Eran la duda de la jornada y, finalmente, su influencia se dejará notar durante la legislatura porque la desconocida EHAK-PCTV se sitúa como cuarta fuerza política de Euskadi con un porcentaje del 12,5 por ciento de los votos.

Después de que los representantes de Batasuna, con Otegi a la cabeza, pidieran explícitamente el voto para esta formación, el partido que pretendía aglutinar los votos de la izquierda abertzale no sólo ha mantenido los siete escaños que Euskal Herritarrok obtuvo en las anteriores elecciones, sino que logra dos más y una mayor representación en la cámara vasca. En este sentido, EHAK-PCTV ha conseguido dos representantes por Álava (María Carmen Nieves Berasategui y José Miguel Atxa), otros dos por Vizcaya (Maite Aramburu y Catalina de Madariaga) y cinco escaños más por Guipúzcoa (Miren Nekane Erauskin, Aiora Mitxelena, Aitor Sayans, Ane Auzmendi y Ander Irazusta). A pesar de la polémica que suscitó el acercamiento de Batasuna a esta formación nacionalista desconocida tras la ilegalización de Aukera Guztiak, los tribunales no hallaron indicios suficientes para retirar la lista electoral. El partido abertzale se movió entre diversos guiños al brazo político de ETA y una aparente neutralidad abogando por la defensa de la democracia y los derechos humanos en su campaña, pero sin llegar a condenar el terrorismo de ETA. Con los resultados obtenidos por la formación -que las encuestas no predecían- se confirman los temores de la coalición PNV-EA, que ha visto reducido su número de representantes a 29 (4 menos que en el 2001) y una pérdida cercana a los 140.000 votos. La presencia de otro partido nacionalista dispersó los votos que, hasta el momento, custodiaba la formación de Jon Imaz. Por lo tanto, el tripartito saliente no podrá gobernar con mayoría absoluta y se abrirá un proceso complicado en el que los candidatos (especialmente Ibarretxe), se verán obligados a negociar para poder formar un gobierno estable.