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PAÍS VASCO

Comienza la campaña electoral marcada por un nuevo panorama político

Fotografía
Por Alejandro RequeijoTiempo de lectura3 min
España03-04-2005

Comienza la cuenta atrás para los candidatos a ocupar la lehendakaritza. El pasado viernes 1, comenzó la campaña electoral de unos comicios en los que no solo se decidirá el partido que gobernará el País Vasco durante los próximos cuatro años.

El 17 de abril, los tres principales partidos, PNV, PSE y PP comprobaran los resultados de sus respectivas estrategias que han conformado un nuevo panorama político en esa comunidad autónoma. Desde el PNV se quieren presentar estas elecciones como un plebiscito de cara al Plan Ibarretxe. Más concretamente, su candidato y actual lehendakari, no oculta sus intenciones de convocar un referéndum para decidir sobre esta materia. Un Plan secesionista que choca con la Constitución Española y que ya fue rechazado democráticamente en las Cortes Generales el pasado mes de febrero. Muchas cosas han cambiado con respecto a las pasadas elecciones de 2001. La opción de voto ya no se limita a nacionalistas por un lado, y constitucionalistas por otro. El PSE ha apostado por distanciarse del PP y ocupar una postura intermedia entre las aspiraciones secesionistas del PNV y la defensa acérrima del estatuto de Gernika que promulgan los populares. Los socialista vascos, liderados en esta ocasión por Patxi López, aspiran a hacerse con el voto de los nacionalistas más moderados y no descartan la elaboración de un nuevo estatuto. Tan es así, que esta política ha provocado que se llegue especular con posible pacto PSE-PNV de cara a la formación de Gobierno. Algo que hace cuatro años sería impensable. Por ultimo, está el PP de la candidata Maria San Gil. Los populares han optado por mantenerse firmes en su defensa del estatuto de 1978. Una posición que pese a no variar con respecto a años anteriores, no deja de ser arriesgada en unas eleciones donde la participación será determinante. Pero no acaban aquí las particularidades que hacen de estas elecciones especialmente diferentes. Por primera vez, el brazo político de ETA podría quedar excluido del proceso democrático. Esto era algo que parecía asegurado después de que la Justicia anulase las candidaturas de Batasuna y su “lista limpia”, Aukera Guztiak. Sin embargo, a última hora, una nueva formación ha aparecido en escena para ofrecer sus votos a AG. Se trata del Partido Comunista de la Tierras Vascas, hasta ahora desconocidos, pero que amenazan con dar voz de nuevo a las formaciones ilegalizadas. De no ser así, el hueco dejado por Batasuna serían siete escaños a repartir entre el resto de partidos y en los que estaría la llave del Gobierno vasco. Según la última encuesta de intención de voto, publicada la semana pasada por el CIS, la ilegalización de Batasuna favorecería a la coalición PNV-EA que rozaría la mayoría absoluta situada en 38 escaños. Según este estudio, los nacionalistas vascos sumarían entre 35 y 37 asientos. En ese caso le bastaría con pactar de nuevo con EB y repetir así otros cuatro años de Tripartito. Por su parte, el PSE alcanzaría los 18 o 19 escaños, cinco más que los 13 actuales. Mientras que el PP perdería dos de sus 19 representantes. No obstante, la posibilidad de que Batasuna pidiese el voto a favor del PCTV alteraría seguramente estos resultados. En este marco comenzó el pasado fin de semana, una dura campaña de 15 días que durante algo más de dos semanas ocupará toda la actualidad política en Euskadi. Y que tendrán a los políticos inmersos en su particular lucha por la caza del voto.