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España ha vivido el otoño-invierno más seco de los últimos 16 años

Por Elena R. BlázquezTiempo de lectura2 min
Sociedad23-03-2005

Pérdidas millonarias en el sector agrario aragonés por la sequía de las cosechas y la escasez de pastos, aumento del riesgo de incendios y descenso del agua de todos los pantanos del país hasta un nivel preocupante son las consecuencias de la disminución de las lluvias. Para paliar los problemas del agua, el Gobierno sigue adelante con el Plan Hidrológico Nacional.

Durante el otoño y el invierno que acaba de concluir ha llovido un 34 por ciento menos que la media de los últimos 60 años. La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, aprovechó el Día Mundial del Agua para alertar sobre el cambio climático, responsable de este desequilibrio meteorológico. La zona más afectada por la escasez de lluvia es la comunidad autónoma aragonesa. La Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón, UAGA-COAG, estima sus pérdidas en 100 millones de euros por 800.000 toneladas de cosechas y 37 millones de euros en el sector ovino debido a la ausencia de pastos y al aporte alimentario extra que se ha hecho necesario. De continuar esta situación, UAGA-COAG solicitará la declaración de Aragón como zona catastrófica a la Unión Europea para el acceso a las ayudas correspondientes. En Galicia, la Consellería de Medio Ambiente calcula que, tras el invierno más seco desde que existen registros meteorológicos en la comunidad, se necesitarán 60 días de lluvia para elevar sus reservas de agua y afrontar el verano sin riesgo de sufrir desabastecimiento. Al mismo riesgo se enfrenta el Canal de Isabel II. Los embalses de la región se encuentran al 59 por ciento de su capacidad. Según fuentes del Canal, "no sólo no han aumentado los niveles de agua de los embalses, sino que ha ocurrido justamente lo contrario, y estamos experimentando una disminución constante". Mientras tanto, la ministra de Medio Ambiente anunció que en mayo la planta desaladora de San Pedro de Pinatar, Murcia, empezará a potabilizar 12 hectómetros cúbicos de agua que se ampliarán a 16 al siguiente año. También se han comenzado a clausurar pozos ilegales y a generalizar el uso de contadores, para garantizar "una gestión adecuada del agua". La falta de lluvias de este año ha adelantado en numerosas regiones el riesgo de incendios forestales, por lo que el Gobierno prepara cambios importantes en este sentido. Otro cambio importante se llevará a cabo en Castilla-La Mancha, dentro del programa A.G.U.A (Actuaciones para la Gestión y la Utilización del Agua) del Ministerio de Medio Ambiente. Un acuerdo entre Cristina Narbona y el Presidente de la comunidad, José María Barreda, contempla un plan de inversiones y las enmiendas introducidas por Castilla-La Mancha al texto del Plan Hidrológico Nacional, que en la actualidad se está debatiendo en el Congreso de los Diputados. Las medidas que se llevarán a cabo comienzan con 55 actuaciones hidráulicas de abastecimiento, depuración y regadíos, entre otras. Asimismo, se crea una Comisión Mixta con representantes del Ministerio de Medio Ambiente y del Gobierno de Castilla-La Mancha para analizar conjuntamente la problemática de la política del agua en todas las cuencas hidrográficas que afectan a Castilla-La Mancha. Se trata del primer acuerdo de estas características que se suscribe en España en materia de gestión del dominio público del agua.