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ESTADOS UNIDOS

Bush pronuncia un autoproclamado ¬discurso de la libertad¬

Fotografía
Por Salva Martínez MásTiempo de lectura2 min
Internacional20-01-2005

El día en que se celebró la segunda investidura presidencial de George W. Bush, la seguridad tomó Washington. El espacio aéreo estuvo cerrado, hubo misiles antiaéreos y cazas vigilando los posibles intrusos del aire. En tierra se movilizó a 7.000 soldados y a 6.000 policías.

Tanta seguridad estuvo al servicio de una celebración en la que hubo 20 minutos claves para la política exterior estadounidense. Porque el reelegido presidente de EE.UU., George W. Bush, destacó el papel de su país en el mundo en su discurso de investidura. "La supervivencia de la libertad en nuestro país depende cada vez más del triunfo de la libertad en otros países", aseguró el que estrenó segunda Presidencia estadounidense. La palabra libertad apareció 27 veces en el parlamento de Bush. No mencionó ni una sola vez Iraq, armas de destrucción masiva, Afganistán ni a los amenazantes muyahidines nucleares. Este hecho no restó ni un ápice de grandilocuencia a los 20 minutos de discurso que pronunció George Bush. Prueba de ellos son frases como: "Hemos encendido un fuego, un fuego en el espíritu de los hombres. Calienta a quienes se sientan a su alrededor y quema a quienes combaten su progresión y, algún día, este fuego indomable llegará a todos los lugares más sombríos del planeta". Esos lugares sombríos son los que Bush definió como "las regiones que se han inmerso en el resentimiento y la tiranía". Zbgniew Brezezinski, antiguo consejero para la seguridad nacional del que fuera, entre 1977 y 1981, presidente de EE.UU., Jimmy Carter, interpretó la semana pasada el discurso Bush como el de alguien que inicia "una cruzada mundial". Sobre la ausencia de grandes temas concretos de política internacional, este politólogo dijo que Bush se limitó a "reformar" su discurso tradicional. "En lugar de hablar de terrorismo, habló de tiranía" dijo. A esa reforma del lenguaje del presidente estadounidense se refirió el propio Bush recientemente en la cadena de televisión ABC. "Seré más disciplinado en la manera en la que digo las cosas", prometió Bush. De momento, parece haberlo conseguido, al Bush que le salió de la boca "quiero a Bin Laden vivo o muerto" le ha sustituido el que en la Casa Blanca han bautizado como "el discurso de la libertad".