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UNIÓN EUROPEA

La Comisión Europea recomienda la apertura de negociaciones para la adhesión de Turquía

Por Chema GarcíaTiempo de lectura2 min
Internacional10-10-2004

“La Comisión considera que Turquía cumple suficientemente los criterios políticos y recomienda la apertura de las negociaciones”. Con estas palabras, el órgano ejecutivo de la Unión Europea invitaba a los 25 a iniciar las conversaciones para que Ankara se convierta en socio de la liga de países europeos. La única condición: que Ankara ‘no se relaje’ a la hora de defender el respeto a los derechos humanos en el ámbito de su territorio y que acometa las reformas legales necesarias para hacerlo. Si esto llegase a producirse, se suspenderían las conversaciones.

La Comisión Europea recomendó asimismo que no se ponga una fecha de inicio a las negociaciones. A pesar de todo, Bruselas quiso aclarar que se trata de serán “un proceso abierto cuyo resultado no estará garantizado desde el principio”. “En caso de una infracción seria y permanente de los principios de libertad, democracia, respeto a los derechos humanos, a las libertades fundamentales y al estado de derecho sobre los que se funda la Unión”, explicó la Comisión. Días antes de la negociación, el Parlamento otomano corregía de urgencia su Código Penal en lo referente a los temas de derechos humanos y retiraba la punición al adulterio. Tras conocerse la noticia, el ministro turco de Asuntos Exteriores, Abdulá Gul, calificó de "histórica" la decisión de la Comisión Europea. Por su parte, el presidente de la CE, Romano Prodi, y el comisario para la Ampliación, el alemán Günter Verheugen, principales impulsores del "sí", comparecieron ante un pleno extraordinario en el Parlamento Europeo para defender la disposición. El primero afirmó que la Unión “no tiene nada que temer de una integración de Turquía” ya que recordó que el ‘sí’ del órgano ejecutivo va acompañado de una serie de recomendaciones sobre el control y la evaluación del cumplimiento de los requisitos por parte de Turquía y de la forma de llevar a cabo las negociaciones. Sin embargo, no todo fueron parabienes. Algunos sectores mostraron sus dudas acerca del compromiso de Ankara por defender los derechos humanos. El caso más significativo fue el de Francia. Mientras el presidente francés, Jacques Chirac, y su ministro de Exteriores, Michel Barnier, se mostraron a favor del futuro ingreso de Turquía en la UE; el primer ministro francés, Jean-Pierre Raffarin, fue la voz discordante del Ejecutivo galo. Raffarin aseguró que Turquía no está lista para adherirse a la Unión. “¿Queremos que el río del Islam se una al lecho del laicismo?”, añadió dicho tras expresar sus dudas sobre la capacidad de la sociedad turca de adherirse a los valores europeos de derechos humanos. Pese a ello, reconoció que “no se les puede cerrar la puerta del proyecto europeo para la eternidad”. Finalmente, la Comisión Europea no sólo decidió respecto a Turquía. Además apostó por el ingreso de Bulgaria y Rumanía en la UE en enero de 2007, aunque incluyó la posibilidad de retrasar esa fecha un año si se observa falta de preparación de alguno de estos países en el cumplimiento de los requisitos de acceso.