La corrupción salpica a la España democrática

Por MªJesús Torres2 min

España24-06-2001

A punto de celebrarse el Debate sobre el Estado de la Nación y con el juicio del caso Ercros y la posible implicación del ministro de Exteriores, Josep Piqué, de fondo, el fuego cruzado entre populares y socialistas amenaza con rescatar de la memoria todos los casos de corrupción que más han enturbiado la imagen de ambas formaciones.

Si por algo se caracteriza España es porque la mayoría de los casos de corrupción han sido desvelados por la prensa. Un ejemplo es el caso Filesa, descubierto hace diez años. Alrededor de la empresa Filesa se montó toda una trama para financiar ilegalmente los gastos electorales del Partido Socialista (PSOE). Los ex directivos de Filesa y algunos miembros del PSOE fueron procesados por dicha trama y condenados a penas de prisión de diez años, aunque algunas fueron reducidas por un indulto del Gobierno en diciembre del año pasado. Otro de los casos más importantes de España el de Luis Roldán, ex director general de la Guardia Civil, que ve estos días subastados algunos de los bienes que la fiscalía se ha podido incautar. En total, Roldán fue condenado a 28 años de prisión en 1998 por malversación de fondos públicos, estafa, cohecho y cinco delitos contra la Hacienda Pública y debe 3.136 millones en indemnizaciones y multas. Mientras fue director de la Guardia Civil desvió dinero de los fondos reservados para él a una cuenta suya en Suiza, donde llegó a haber más de 1.600 millones de pesetas. El caso fondos reservados, que se llevará a juicio el próximo mes de septiembre, también salpica a los socialistas. Los implicados son los ex ministros de Interior José Barrionuevo y José Luis Corcuera, así como Rafael Vera y otros ex altos cargos, imputados en un supuesto delito de malversación de fondos públicos, que supuestamente desviaron para fines distintos a los que estaba destinado. Pero el Partido Popular también tiene entre sus filas políticos que la Fiscalía Anticorrupción ha sacado a la palestra. El ejemplo más reciente es el de Josep Piqué, ministro de Exteriores. Pero también se acusa al ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, de un intento de fraude electoral en Formentera en las elecciones autonómicas de 1999. En esta fecha, 74 ciudadanos argentinos fueron censados en el archipiélago sin su conocimiento. Lo que pasó a conocerse como el caso Formentera fue calificado de "pucherazo".